Título: | «Offland» |
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Variantes del título: | |
Autor: | Dumas, Alejandro [hijo] |
Revistas: | El Mundo Pintoresco, II, 50, 51 (11 de diciembre de 1859; 18 de diciembre de 1859), pp. 394-397, 406. * |
Volúmenes: | |
Variantes: | |
Resumen: | El narrador, de viaje por Alemania, entra en la tienda-museo del judío Káiser y se prenda de un medallón que representa una Madonna. Pregunta su precio y Káiser quiere cedérselo gratuitamente. Pero el narrador se resiste al regalo y el judío tasa la pintura en 125.000 francos, al tiempo que se brinda a contar la historia de su autor, Offland, al que había conocido quince años atrás. Fue Offland un pintor de genio netamente alemán y entregado en cuerpo y alma a una obra sin concesiones, que se casó con la joven Emilia Tarett. La pareja vivió pobre pero decorosamente, hasta que el nacimiento de un hijo obligó al artista a trabajar por encargo, satisfaciendo incluso los gustos de un diplomático libertino, que al cabo de un tiempo murió de apoplejía. A la muerte de su peculiar cliente, Offland se hundió en la miseria y, muy enfermo, mandó venir a un marchante de cuadros, quien le compró una Anunciación inacabada y se la llevó al nigromante Linus. El comerciante, que había descubierto el gran talento del pintor, rogó a Linus que visitara al Offland y tratara de curarlo. Tras examinar el cuerpo exangüe que se aferraba a la vida, Linus diagnosticó que la enfermedad era muy grave y que el artista debía morir, si quería volver a vivir. Acosado a preguntas, el nigromante aseguró que se comprometía a devolverle la vida al cabo de un año y a prolongársela tantos días como veces Emilia, la joven esposa, pronunciara el nombre del marido muerto. Este se avino al trato, lo habló con su mujer y expiró. Un año después, Linus acudió al cementerio, llamó a Offland y le dijo que tenía solo un día más de vida, porque su mujer había pronunciado únicamente una vez su nombre. Sorprendido, Offland se dirigió a su antigua casa, pero su mujer ya no residía allí. Fue entonces a la tienda del comerciante de cuadros, pero la halló cerrada. Sin saber qué hacer, optó por visitar a un viejo amigo, a quien la inesperada visita del resucitado hizo palidecer de miedo, por lo que se lo quitó de encima sin contemplaciones. Desolado, Offland decidió regresar al cementerio. Junto al sepulcro lo aguardaba Linus, que le dijo que Emilia había pronunciado su nombre aquel mismo día en el curso de la ceremonia de su segundo matrimonio. Convencido de la inutilidad de su resurrección, Offland regresó al mundo de los muertos. Su esposa plantó aquel día flores en su tumba. |
Temas, motivos y tipos: | Artista. |
Aspectos formales: | Narración estructurada en tres capítulos numerados en romanos. Un narrador digresivo e irónico cede la palabra a un narratario, que refiere linealmente la trágica suerte de Offland, un pintor romántico alemán. La historia de Offland se inscribe, por tanto, en un marco: la escena que se desarrolla en la tienda-museo del judío Káiser, que está prolijamente descrita. |
Sección: | |
Observaciones: | |
Clasificación genérica: | Fantástico. |
Teresa Barjau |