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Buscador · Informe de cuentos · «Un pintor de muestras »

Título: «Un pintor de muestras»
Variantes del título:
Autor: Comas y Soler, Eusebio - ()
Revistas: El Mundo Pintoresco, II, 48 (27 de noviembre de 1859), pp. 378-379. *
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Variantes:
Resumen: El pintor valenciano José Ribera, que vive pobremente en Nápoles ajeno a los círculos de aduladores que rodean al Virrey, contempla extasiado el cuadro que acaba de terminar y que considera una obra maestra que supera al Caravaggio. Lo interrumpe su criada Beatriz, a quien horroriza la susodicha obra maestra, y aconseja a su amo que abandone sus veleidades artísticas y termine de una vez el retrato que le encargó la vieja condesa Venuta. Pero Ribera se resiste a pintar a la fea y decrépita aristócrata, y divaga evocando a la dama de sus sueños, una belleza ideal a quien ha visto por las calles de Nápoles. Beatriz lo devuelve a la realidad instándole a que acuda a casa del comerciante de cuadros Cristóbal Panolfo, que lo está buscando para hacerle un encargo. Ribera descubre allí que Laura, la hija de Panolfo, es la bella desconocida por quien suspira y que todo indica que le corresponde. Pero el negocio que Panolfo le propone es de muy otra índole: el encargo de una nueva muestra para el establecimiento a cambio de veinticinco ducados. Ribera, cuya intención de partida era exigir ochocientos ducados, acepta trabajar por amor al arte, a cambio de que Panolfo no intervenga para nada en el proceso creativo. Cuando llega a su casa, sin embargo, Beatriz le entrega una bolsa con los ochocientos ducados solicitados. Pasados quince días, ante un nutrido grupo en el que se encuentra el Virrey, Ribera exhibe en el local de Panolfo «El martirio de san Bartolomé». Gracias a la magnífica tela, el pintor obtiene el reconocimiento público y la mano de Laura, la hija del comerciante.

Temas, motivos y tipos: Artista. Amor.
Aspectos formales: Cuento que puede considerarse prácticamente una anécdota, cuya acción, muy elíptica,  se sitúa en Nápoles en el siglo XVII y tiene una duración interna de quince días. El cuento está estructurado internamente en tres escenas, respectivamente situadas en tres interiores distintos: el estudio del pintor Ribera, la casa del marchante Panolfo y el establecimiento comercial de este último. Un narrador omnisciente externo, situado en un segundo plano y que se limita a describir, sirve de hilo conductor de las tres escenas, que culminan con una doble anagnórisis: la de Ribera y la del virrey Monterrey. De entre las intervenciones del narrador, destaca la écfrasis que describe el cuadro de «El martirio de san Bartolomé».

Sección:
Observaciones: Se trata del cuento español más reeditado en la prensa de la primera mitad del siglo XIX. Se había publicado, siempre sin firma, en la Revista Barcelonesa (1846), en El Iris (1847), en La Luneta (1847) y en El Historiador Palmesano (1848). Véase Borja Rodríguez Gutiérrez, «La narrativa en La Ilustración (1849-1857): la "serie B" del Semanario Pintoresco Español», Anales de Literatura Española, 25 (2013), p. 291. http://rua.ua.es/dspace/handle/10045/35968 

Clasificación genérica: Histórico.

Teresa Barjau

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