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Buscador · Informe de cuentos · «El rey depuesto en estatua »

Título: «El rey depuesto en estatua»
Variantes del título:
Autor: Anónimo - (Anonimo)
Revistas: Semanario Pintoresco Español, -, 37 (15 de septiembre de 1850), pp. 289-292.
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Variantes:
Resumen: Se cuentan aquí los antecedentes y los sucesos posteriores a la ceremonia celebrada en Ávila el día 5 de junio de 1465 en la que el rey Enrique IV de Castilla fue depuesto «en estatua» por algunos nobles castellanos. El relato se inicia con la entrada en palacio del conde de Ledesma (Beltrán de la Cueva) valido de Enrique IV y con los comentarios maliciosos y envidiosos que despierta ese «perverso advenedizo, ese vil y abominable gusanillo». En una conversación entre el conde de Benavente, don Pedro Girón, maestre de Calatrava y el conde de Palencia se nos pone en antecedentes del odio que despiertan los desmanes que don Beltrán de la Cueva comete y que provocan que los nobles castellanos, con el Marqués de Villena al frente, se conjuren para deponer al rey. Envían a Enrique IV una embajada en la que le piden que aparte al conde de Ledesma de su privanza y que excluya a su hija, Juana la Beltraneja, de la línea sucesoria, para coronar a su medio hermano Alfonso. En un principio el rey parece ceder a los deseos de los nobles, pero el conde de Ledesma no solo no es removido de su cargo sino que «su administración se hizo aun si cabe más dura y escandalosa». Se prepara entonces la deposición del rey: se levanta un catafalco que muestra una efigie del rey y los nobles le arrancan los atributos reales. El arzobispo de Toledo le quita la corona; el conde de Palencia le arranca la espada; el conde de Benavente, el cetro; y, finalmente, don Diego López de Zúñiga arroja la estatua del rey a los pies del trono. Entonces coronan al infante Alfonso. Todo ello no hace más que reafirmar al rey en sus deseos y todo queda en nada. El infante Alfonso morirá poco después y su hermanastra Isabel (la futura Isabel la Católica) no quiere ir en contra de los derechos del rey Enrique, que morirá nombrando heredera a su hija Juana la Beltraneja.

Temas, motivos y tipos: Ambición. Rebelión. Lealtad.
Aspectos formales: El narrador, una tercera persona omnisciente, no tiene empacho en opinar de sus personajes y así le oímos señalar al conde de Ledesma como «indigno ídolo de la debilidad de un Soberano y de los vergonzosos amores de su esposa». La narración presenta en algunos momentos unos modos muy cercanos a la crónica.

Sección:
Observaciones: El cuento está encabezado por un grabado de Urrabieta-Burgos que muestra el tablado y el momento de la deposición del rey.

Clasificación genérica: Histórico.

María Jesús Amores

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