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Buscador · Informe de cuentos · «Anécdota histórica. Episodio de la vida de un gran poeta »

Título: «Anécdota histórica. Episodio de la vida de un gran poeta»
Variantes del título:
Autor: Anónimo - (Anonimo)
Revistas: Semanario Pintoresco Español, -, 48 (20 de noviembre de 1846), pp. 379-382.
Volúmenes:
Variantes:
Resumen: Todo sucede el jueves santo de 1616 en la parroquia de San Martín. Una mujer ha acudido a una cita con un antiguo amante, despechado porque ella se ha casado en su ausencia con un viejo rico, quebrantando la promesa de matrimonio que le había dado. Sin atender a las razones de ella de que lo hizo por agradecimiento ante los cuidados del hombre a su madre moribunda y por haberla protegido, le propone huir juntos. Cuando ella contesta dignamente que no, que no romperá la promesa de fidelidad hecha a su esposo enfermo, él la abofetea. De entre las sombras sale un caballero que había estado observando toda la escena y que arrastra al hombre a la calle donde se baten en duelo. Tras un cruce de explicaciones, cruzan también las espadas y el caballero atraviesa de una estocada el pecho del agresor de la dama. El nombre de la dama y el de su agresor se mantuvieron en secreto, no así el del vengador: el célebre poeta don Francisco de Quevedo y Villegas.

Temas, motivos y tipos: Amor. Traición amorosa. Matrimonio de conveniencia. Matrimonio desigual. Duelo. Muerte.
Aspectos formales: Narración en tercera persona omnisciente, con abundancia de diálogo: entre la dama y su rodrigón, entre ella y su enamorado, y entre este y Quevedo. Se inicia con una crítica a las costumbres excesivamente liberales que transforman las iglesias en lugares de galanteo o de citas. El mismo narrador reprime su espíritu crítico con el propósito de «quitar todo recelo de inverosimilitud en el suceso histórico» que va a desarrollar. Sin embargo, más adelante vuelve a hacer hincapié en la costumbre de «usurpar los confesionarios» que ya reprendiera «el timorato Francisco Santos en sus Tarascas de Madrid».


A pesar de la mala acción del hombre y de su final trágico, el personaje está dibujado como un sujeto que sufre el dolor de un amor traicionado. Así exclama: «Soy un hombre rencoroso, que viene a derramar en tu corazón toda la hiel que has hecho brotar en el suyo»; y también: «Lo más sagrado para mí era el amor que te profesaba; y has hecho pedazos el ídolo de mi existencia».


Así se describe a Quevedo: «...de mediana estatura, fornido de cuerpo, con las facciones de su rostro abultadas, el bigote negro y el pelo largo y encrespado: sobre su nariz aguileña sostenía unos anteojos, y al andar se le notaba que tenía los pies torcidos hacia dentro, haciéndole cojear». Como se ve la descripción tópica del poeta al que se le llama en más de una ocasión «patizambo».

Sección:
Observaciones: El cuento se acompaña de dos grabados: el primero representa a la dama y el segundo a Quevedo.


 

Clasificación genérica: Histórico. Legendario.

María Jesús Amores

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