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Buscador · Informe de cuentos · «Tipos madrileños. La tía Malicana »

Título: «Tipos madrileños. La tía Malicana»
Variantes del título:
Autor: Moreno Godino, Florencio - (Moreno Godino, Florencio)
Revistas: El Museo Universal, XII, 4 (25 de julio de 1868), pp. 27-30.
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Variantes:
Resumen: La tía Malicana fue una mujer de mediana edad que se caracterizó por llevar un pañuelo de yerbas en la cabeza. Un día de invierno por la mañana, se presentó en la Plaza Mayor de Madrid, con su cesta y gritó: « ¡A chavito malicanas!». En verano, sin embargo, la tía Malicana tenía la costumbre de desaparecer y, según cuentan, veraneaba en la Virgen del Puerto. Ahora bien, en invierno siempre tenía la misma rutina: después de dar dos vueltas alrededor de la plaza, pregonando su mercancía, se sentaba en un banco del jardín. Desde allí hacía sus ventas, que todas ellas terminaban con una frase musical: do-re-mi-fa-sol-la-si-si-la-sol-fa-mi-re-do. Un día esta rutina se vio alterada por la aparición del hijo de 8 años de Don Pantaleón, un hombre rico y propietario de una tienda de ropería en la Plaza Mayor. El niño cogió una moneda del mostrador, después de que su padre se la dejara olvidada. Casualmente, la tía Malicana pasaba por ahí y el chico cambió su moneda por 40 malicanas. Don Pantaleón riñó a sus dependientes y a su mujer por permitir que su hijo se las hubiera comido. Sin embargo, Don Pantaleón juró vengarse de la causante de la desgracia: tía Malicana. Ésta decidió dejar de ir a la Plaza Mayor, aunque sabía que no podría vivir sin ello. Tía Malicana vagaba por los alrededores sin entrar en la Plaza y, como consecuencia, las malicanas dejaron de venderse y se sustituyeron por castañas cocidas y por mayuelas. El cuento termina con el consejo del narrador en que advierte que será un invierno largo, ya que tía Malicana se había dejado ver muy pronto.

Temas, motivos y tipos: Dinero. Venganza. Robo. Mentira. Fatalidad. Caridad.
Aspectos formales: El relato se estructura en seis capítulos, encabezados y numerados con nomenclatura romana. La acción se desarrolla de la mano de un narrador omnisciente que intercala escenas para lograr una narración lineal de los acontecimientos. Además, se permite la licencia de interrumpir la acción para incorporar sus propias reflexiones o pensamientos e, incluso, para dirigirse al lector. Cabe destacar que algunas de las informaciones están proporcionadas por un gorrero, por lo que se asegura la verosimilitud de los hechos.

Sección:
Observaciones:
Clasificación genérica: Costumbrista. Realista.

Bàrbara Bernadàs, Estefanía Puyo

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