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Ministerio de Ciencia e Innovación

Buscador · Informe de cuentos · «Proverbios ejemplares. Escupir al cielo »

Título: «Proverbios ejemplares. Escupir al cielo»
Variantes del título:
Autor: Ruiz Aguilera, Ventura
Revistas: El Museo Universal, V, 25, 26, 27, 28, 29, 31, 33, 34 (23 de junio de 1861; 30 de junio de 1861; 7 de julio de 1861; 14 de julio de 1861; 21 de julio de 1861; 4 de agosto de 1861; 18 de agosto de 1861; 25 de agosto de 1861), pp. 199-200, 208, 215-216, 223-224, 230-231, 247-248, 263, 271-272. *
Volúmenes:
Variantes:
Resumen: La solterona Angelita vive en un piso con balcones a tres calles y desde esa atalaya se ha convertido en «archivo de un sin número de historias de Madrid». Un día, Angelita recibe la visita de doña Mariana y su hija Dolores. La joven Lola está triste y sufre del estómago, dolencia causada por la ausencia de su prometido Juan Robles, un militar que lleva tiempo en Logroño y que ha solicitado el traslado a África. Angelita aconseja a doña Mariana que saque a la niña de la ciudad y la lleve al campo, remedio infalible contra la melancolía. Cuando madre e hija se despiden, entra don Policarpo, un chismoso que ha estado enamorado de Dolores. Con medias palabras, Angelita le insinúa que la muchacha se marcha al campo para ocultar su deshonra. La calumnia ha empezado a rodar y don Policarpo va a ser su heraldo.


Entre tanto, el patriota Juan Robles ha entrado en acción en Marruecos, lo han herido en un brazo y ha sido evacuado a Málaga. Desde allí, escribe a Dolores reprochándole la melancolía que la destierra al campo. En otra carta, ella replica que es fuerte y que, si abandona la ciudad, ello se debe a los consejos que les ha dado Angelita. Madre e hija parten hacia Zaragoza con destino a un pueblo de Aragón y el narrador nos informa de que Mariana es, en realidad, la madre adoptiva de Dolores.


Al mismo tiempo, en Madrid, en la tertulia del cesante Mataluna de la que es asiduo Policarpo, se comenta que Lola está perdida. Policarpo, del que ahora se nos informa que es estudiante de Leyes y recibe de su casa mil reales cada mes para hospedaje y gastos, corteja a la hija de los Mataluna, los cuales aprovechan la circunstancia para sacarle los cuartos.


Poco después, concluida la guerra de África, Juan Robles regresa laureado a Madrid. Corre el mes de mayo y Lola, que ha regresado del campo, prepara su boda con el héroe de Marruecos. Todo augura un final feliz, pero, cuando el militar llega por fin a la capital, su primo Juan Ramírez le comenta que toda la ciudad habla de la deshonra de Dolores. Juan acude a ver a su novia y se muestra reservado. Ella se lo reprocha y le echa en cara que ya no la quiere. Ambos han de ir por la noche a la tertulia de Mataluna. Es jueves, día de visita del cesante, y en su casa, a la que no ha acudido Policarpo por haberse ausentado de Madrid, se baila alegremente la polka. Pero nadie invita a Dolores, quien empieza a sospechar que ha caído en desgracia y, al repetirse la misma situación en el baile siguiente, se desmaya. Vuelve en sí gracias al vinagre, en medio de comentarios sarcásticos. Juan Robles da la cara por ella y él y doña Mariana se la llevan a casa.


Cuatro días después, Dolores languidece. Su madre adoptiva está desesperada. Juan Robles, entonces, pone al corriente a doña Mariana de lo que Ramírez le comentó que se murmuraba por Madrid. Robles, que duda de todo, ha tomado la decisión de averiguar la verdad y, en combinación con su primo, urde una trama. Ocultando su verdadera identidad, el militar acude a un almuerzo en casa de Juan Ramírez, al que se ha invitado a Policarpo, que está de vuelta en la ciudad. En el curso de la comida, Robles desenmascara al chismoso, quien confiesa la verdad y promete desagravio público. Con estas noticias, Robles acude a casa de su novia y se lo cuenta todo. La virtuosa Dolores ruega a su prometido que renuncie a ella, porque tiene voluntad de ingresar en un convento. Pero el héroe de África está decidido a casarse con ella. Llega en estas Angelita y Dolores se oculta. Apremiada por todos, Angelita admite su culpa y se descubre entonces que Lola es en realidad hija de su calumniadora. Cuenta entonces Angelita cómo fue seducida y abandonada y cómo un segundo pretendiente la rechazó cuando supo de su deshonra, cuyo fruto fue depositado en la inclusa. Amargada por tanta desgracia, Angelita refiere que había tomado la decisión de dedicar su vida a la venganza contra su sexo. Al final, anagnórisis y confesión dan lugar al consuelo del perdón.

Temas, motivos y tipos: Deshonra. Expósito. Arrepentimiento. Expiación.
Aspectos formales: Narración estructurada en nueve capítulos numerados en romanos, titulados respectivamente “En que se comienza el retrato de Angelita”, “La bola de nieve”, “De cómo los moros hirieron a Juan Robles y la carta que Dolores le escribió en respuesta a una suya”, “Que habla de tertulia-modelo de Mataluna, y dice cómo la bola de nieve iba rodando”, “Vuelta de Dolores y de Robles a Madrid”, “Juan Robles recibe una mala nueva al llegar a Madrid”, “De lo que sucedió un jueves por la noche en casa de Mataluna”, “A Policarpo se le indigesta un almuerzo y Dolores quiere despedirse del mundo”, “En que se acaba el retrato de Angelita, y se da fin a esta verdadera historia”.


Un narrador omnisciente, digresivo y moralista, que interpela constantemente al lector al tiempo que siembra dudas ocultando información, va enlazando linealmente una serie de escenas de diálogo muy vivaz, que a veces son simultáneas. La trama se sitúa en el marco histórico de la Guerra de África (1859-1860), por lo que el tiempo de la historia y el de la escritura son contemporáneos. La narración es coral, está protagonizada por una serie de tipos morales de las clases medias y se abre y se cierra con el enigmático personaje de Angelita, la calumniadora, cuyas circunstancias presentes y cuya historia pasada funcionan a modo de marco, confiriendo así circularidad al relato. La acción, predominantemente teatral, se desarrolla sobre todo en interiores de Madrid, aunque se alude también a Logroño, Marruecos, Zaragoza y algún lugar impreciso del campo aragonés. Revisten especial interés el recurso a las cartas y el soliloquio retrospectivo por medio del cual el militar Juan Robles evoca la gesta de Marruecos. La ramificación de la trama y el gusto folletinesco por lo misterioso son más propios de la novela que del cuento.

Sección:
Observaciones:
Clasificación genérica: Costumbrista. Moral. Realista. Sentimental.

Teresa Barjau

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