GICES XIX UAB


Ministerio de Ciencia e Innovación

Buscador · Informe de cuentos · «La cruz de sangre. Episodio histórico de la guerra de las comunidades de Castellae »

Título: «La cruz de sangre. Episodio histórico de la guerra de las comunidades de Castellae»
Variantes del título:
Autor: Martínez de Velasco, Eusebio - ()
Revistas: El Museo Universal, VIII, 1, 2, 3, 4 (3 de enero de 1864; 10 de enero de 1864; 17 de enero de 1864; 24 de octubre de 1864), pp. 7-8, 15-16, 23-24, 31-34.
Volúmenes:
Variantes:
Resumen: Como otros textos del autor la narración se inicia con una descripción de las bellezas de la ciudad de Burgos para recalar ante una fachada que despierta la curiosidad del autor y de la que descubre la tradición sangrienta que encierra.


En la noche del cuatro de mayo de 1521, don Rodrigo de Ossorio último descendiente de los condes de Fuensierra, «defensor acérrimo» de las comunidades de Castilla, lee un billete que le informa de que a medianoche llegará en secreto para hablar con él Diego de Omaña retratado como «el tipo más perfecto de la bajeza, de la osadía y de la astucia». Este llega para avisarle de que al día siguiente será preso y para comunicarle que la carta donde se recoge la orden de encarcelamiento está en su poder. Le ofrece un trato: proporcionarle la salvación siempre que le conceda a su hija Elena de quien está enamorado. No accede don Rodrigo y expulsa de su casa a don Diego, acusándolo de traidor y de haber causado la muerte de Padilla, Bravo y Maldonado. Llama don Rodrigo a su fiel Beltrán Díaz pidiéndole que procure levantar en armas al pueblo de Burgos explicándole la situación. Mientras, se nos presenta a Elena, joven de diecinueve años, blanca y rubia, de ojos azules, cándida y hermosa como un ángel, y se reconstruye su primer encuentro, y el enamoramiento mutuo, con don Juan de Mendoza, el joven jefe de los comuneros de Burgos, muerto en Villalar. Al día siguiente llega don Diego rodeado de soldados a prender a Don Rodrigo y Elena acude a proteger a su padre, pero lo hace tarde y ya don Rodrigo sale maniatado. Tiene lugar una escena entre don Diego y Elena en la que él ofrece a la joven el trato que había hecho con su padre y que ella, desde luego, rechaza. Don Diego le confiesa su amor en un parlamento apasionado y le propone cambiar su amor por la vida de su padre. Ella le rechaza violentamente y se lanza a tocar la campana de alarma que hará que la gente de Burgos acuda al palacio de Fuensierra en su ayuda. Es entonces cuando don Diego la apuñala. Entra en escena Beltrán Díaz que al recoger el cuerpo de Elena se mancha con su sangre una mano y traza en el suelo una cruz y jura vengar el crimen. Mientras, don Rodrigo es liberado por una figura disfrazada, que resulta ser don Diego de Omaña, y que lo conduce al palacio tan solo para enfrentar al padre con la muerte de su hija y poder así vengarse viendo su dolor del padre. Cuando don Rodrigo ve la sangre derramada de la hija se vuelve loco. Irrumpe entonces Beltrán Díaz que, tras acusar a don Diego de las muertes de don Juan de Mendoza, de doña Elena y de don Rodrigo, hunde su daga «cien veces en el pecho del cobarde».

Temas, motivos y tipos: Crueldad. Crimen. Identidad oculta. Locura. Muerte violenta. Mujer angelical. Venganza.
Aspectos formales: Publicada en cuatro entregas y dividida en cuatro capítulos, cada uno con su título: I. Caput Castellae; II. La tentación; III. El crimen; y IV. Beltrán Díaz. No obstante no se corresponden las entregas con los capítulos.


La acción tiene lugar en Burgos. Se inicia el 1 de mayo de 1521 y transcurre en un par de días. La narración no es lineal, ya que cuando se inicia la parte cuarta asistimos a una analepsis en la que se nos cuenta cómo Beltrán Díaz cumplió el encargo de don Diego de levantar al pueblo de Burgos contra el condestable don Íñigo Fernández de Velasco y recupera la línea temporal cuando entra en el palacio para recoger en sus brazos el cuerpo inerte de Elena y él dibuja la cruz de sangre en el suelo, que es como concluye la tercera parte.


Estamos ante un narrador externo omnisciente que no duda en hacer valoraciones tanto de los personajes como de las situaciones que narra. Así don Diego de Omaña es «el tipo más perfecto de la bajeza, de la osadía y de la astucia», y don Rodrigo siente «hervir  su pecho de patriótico entusiasmo» y se constituye en  «defensor acérrimo de la causa de los pueblos, escarnecidos villanamente por la tiranía flamenca».


Es un cuento de estilo romántico, con diálogos breves y exclamaciones constantes, y un vocabulario acorde con la exaltación de las pasiones: «¡Imposible!», «¡Desdichada!», «Asesino», «Piedad»…

Sección:
Observaciones: Martínez de Velasco publicó de nuevo esta narración en 1874 con el título de Noche de venganzas. Ambos títulos tiene su razón en el texto: «la cruz de la sangre» la dibuja Beltrán Díaz en el suelo con la sangre de Elena; las «venganzas» son dos: don Diego se venga de don Rodrigo por no concederle a su hija, llevándolo engañado a su encuentro sin que el anciano sepa que él ya la ha matado; y la venganza de Beltrán Díaz que al apuñalar a don Diego venga las muertes de don Juan de Mendoza y doña Elena y también la locura de don Rodrigo. Noche de venganzas está notablemente ampliada y dividida en 43 capítulos.

Clasificación genérica: Histórico. Legendario.

María Jesús Amores

Imprimir