Juan Guillén Buzarán
Juan Guillén Buzarán (Cartagena, 1819-Madrid, 1892), a quien Mesonero Romanos definiera como «discreto y bizarro militar, amable poeta y crítico», dio sus primeros pasos en las Humanidades en el Colegio de San Fulgencio de Murcia. Antes de salir del Seminario se decidió por la milicia como "alférez de menor edad". Como militar fue oficial de Estado Mayor. Formó parte del Ejército del Norte en la primera guerra carlista y de la campaña de la guerra de África a las órdenes de O''''''''''''''''''''''''''''''''Donnell, por las que sería condecorado repetidas veces. Ocupó asimismo diversos cargos político-militares en varias ciudades españolas.
Se dio a conocer en los círculos literarios madrileños como asiduo del famoso Café del Príncipe, el Ateneo y el Liceo, donde fue contertulio de Espronceda. Gil y Carrasco, Pezuela, Escosura, Ochoa, Ros de Olano, Larraña, etc. Pero su verdadero periplo literario se inició con sus colaboraciones en el Semanario Pintoresco Español en 1839, de la mano de Mesonero Romanos, y se expendería hasta 1850. Sus andanzas militares, mezcla de crónica y estampa poética, fueron asidua compañía del lector de la mencionada revista a lo largo de dicha década. Su amistad con Mesonero no fue nada aleatoria, sino arraigada en convicciones ideológicas y literarias comunes.
Como solía ocurrir en un siglo marcado por el campo abonado del periodismo, prolífico y disperso, Guillén Buzarán no publicó ningún libro en vida. Sus producción periodística se distribuye en artículos de tipología diversa: de tema militar, históricos y literarios, arqueológicos y de estampas pintorescas. Abundan en ellos las visiones de viejas ciudades, monumentos artísticos y recuerdos de viajes, con una tendencia marcada al sentimentalismo y al relieve de tópicos románticos al uso: afectación del paisaje melancólico, ambientes sombríos y presencia de las ruinas. Es cierto, como ha notado Varela Hervías con acierto, que lo más sugerente de su obra se encuentra en ese intento de conciliar el plano emotivo y el erudito en sus artículos, aunque con el tiempo la erudición y la excesiva documentación salieran ganando.
Junto a dicha labor periodística, cabe señalar el grueso de sus poesías, variopintas y diversas también, paseándose su autor con soltura por el camino amatorio, la meditación sobre el vestigio arqueológico y los motivos satíricos, religiosos o de circunstancias. Destacó sobre todo en la práctica del soneto, ejecutado con convencional compostura y con una evidente carga imitativa de nuestros clásicos de los Siglos de Oro. Lo cierto es que su labor como vate tuvo no poco éxito en los salones del Liceo, causando sus poesías amorosas, como dice el cronista, «verdadero furor en las damas». En cuanto a su poesía satírica, se inscribe en los márgenes que dictara la templada ironía de su maestro, Mesonero Romanos.
En el apartado del ensayo, destacan sus aportaciones periodísticas a la crítica histórica y literaria. Si el estudio histórico tuvo en sus manos valentía, originalidad y en no pocos casos aportación documental de primera mano -valga como ejemplo su investigación dedicada al Conde-Duque de Olivares en la revista La España (1853)-, la crítica literaria se significó en el estudio de la novela española -con un firme ataque a la labor corruptora de las malas traducciones- y la obra de Nicasio Álvarez Cienfuegos. Dichos trabajos precedieron a otros sobre Miguel de Cervantes, Francisco de Quevedo y Agustín Moreto. El estudio sobre Quevedo le servíría más adelante como borrador de su discurso de ingreso en la Real Academia de las Buenas Letras de Sevilla (1857). Juan Guillén Buzarán dejó inédito, en manuscrito, un considerable volumen de obra histórica y literaria.
En el Semanario Pintoresco Español publicó treinta y tres títulos en cuarenta y una entregas (1839-1850) que se distribuyen entre numerosas poesías y estudios históricos, dos artículos de crítica literaria y un solo cuento. Dicho cuento, «Costumbres. Los dos estudiantes», se publicó en dos entregas en 1843. Las poesías responden a motivos varios (efemérides de historia antigua y moderna, romances y letrillas en clave satírica o costumbrista, poesía amorosa en sonetos, hitos simbólicos de monumentos y del paisaje, poesías de circunstancias, etc.). En cuanto a los estudios y ensayos históricos, se agrupan en las tres series mayores del autor recogidas en sus epígrafes, «Antigüedades españolas», «España pintoresca» y «Estudios históricos», mientras la crítica literaria recoge la aproximación del autor al estado de la novela española (1844) y su estudio en tres entregas sobre la obra de Álvarez Cienfuegos (1846).
Sus colaboraciones en el Semanario Pintoresco Español aparecieron en muchos casos con ilustraciones de Brabo, Ribelles, Castelló, Varela y Ortega.
Cuentos
J. Guillén Buzarán, «Costumbres. Los dos estudiantes», Semanario Pintoresco Español, 48 (26 de noviembre de 1843), pp. 378-380; 49 (3 de diciembre de 1843), pp. 391-392.
Otras colaboraciones
Juan Guillén Buzarán, «A un viejo torreón», Semanario Pintoresco Español, 52 (29 de diciembre de 1839), pp. 413-414. Il., p. 414.
Juan Guillén Buzarán, «Oñate», Semanario Pintoresco Español, 11 (15 de marzo de 1840), p. 82. Il., p. 81.
Juan Guillén Buzarán, «El castillo de Segura», Semanario Pintoresco Español, 12 (22 de marzo de 1840), pp. 89-90. Il., 89.
Juan Guillén Buzarán, «España pintoresca. El antiguo alcázar de Híjar», Semanario Pintoresco Español, 18 (3 de mayo de 1840), pp. 137-138. Il., p. 137.
Juan Guillén Buzarán, «El monasterio de San Salvador de Oña», Semanario Pintoresco Español, 41 (11 de octubre de 1840), pp. 321-324. Il., pp. 321 y 324.
Juan Guillén Buzarán, «Morella», Semanario Pintoresco Español, 28 (12 de julio de 1840), p. 218. Il., 217.
Juan Guillén Buzarán, «El palacio encantado», Semanario Pintoresco Español, 11 (14 de marzo de 1841), pp. 86-88, 96. Il., p. 88.
Juan Guillén Buzarán, «España pintoresca. La catedral de la Seu de Zaragoza», Semanario Pintoresco Español, 27 (4 de julio de 1841), pp. 209-210. Il., p. 209.
Juan Guillén Buzarán, «España histórica. Zaragoza», Semanario Pintoresco Español, 33 (15 de agosto de 1841), pp. 259-260. Il., p. 260; 34 (22 de agosto de 1841), p. 269; 35 (29 de agosto de 1841), pp. 277-278.
Juan Guillén Buzarán, «El río», Semanario Pintoresco Español, 15 (11 de abril de 1841), pp. 119-120.
Juan Guillén Buzarán, «España pintoresca. El desfiladero de Pancorbo», Semanario Pintoresco Español, 5 (30 de enero de 1842), pp. 33-34. Il., p. 33.
Juan Guillén Buzarán, «Estudios históricos. Huesca», Semanario Pintoresco Español, 17 (24 de abril de 1842), pp. 134-136. Il., p. 136.
Juan Guillén Buzarán, «Estudios históricos. Don Sancho Ramírez», Semanario Pintoresco Español. 18 (31 de abril de 1842), pp. 138-140.
Juan Guillén Buzarán, «Estudios históricos. La campana», Semanario Pintoresco Español, 19 (8 de mayo de 1842), pp. 147-149.
Juan Guillén Buzarán, «España pintoresca. Valladolid», Semanario Pintoresco Español, 37 (11 de septiembre de 1842), pp. 289-290, 297-299. Il., p. 289.
J. Guillén Buzarán, «Poesía. Improvisación a orillas del Cinca», Semanario Pintoresco Español, 7 (12 de febrero de 1843), pp. 5-56.
Juan Guillén Buzarán, «Estudios históricos. Levantamiento de Barcelona en el siglo XVII», Semanario Pintoresco Español, 8 (19 de febrero de 1843), pp. 60-62. Il., p. 60; 9 (26 de febrero de 1843), pp. 67-69; 10 (5 de marzo de 1843), pp. 74-76.
Juan Guillén Buzarán, «Poesía. A un pedante», Semanario Pintoresco Español, 26 (25 de junio de 1943), pp. 207-208.
J. Guillén Buzarán, «La torre del valle», Semanario Pintoresco Español, 39 (24 de septiembre de 1843), pp. 308-309.
J. Guillén Buzarán, «Poesía. La vuelta de Flandes», Semanario Pintoresco Español, 3 (21 de enero de 1844), pp. 19-20; 4 (28 de enero de 1844), pp. 30-31; 5 (4 de febrero de 1844), pp. 35-36.
J. Guillén Buzarán, «Antigüedades españolas. El monasterio de Montearagón», Semanario Pintoresco Español, 9 (3 de marzo de 1844), pp. 65-67. Il., p. 65.
J. Guillén Buzarán, «Poesía. Soneto a la reina doña Isabel con motivo de la declaración de su mayor edad», Semanario Pintoresco Español, 9 (3 de marzo de 1844), p. 71.
J. Guillén Buzarán, «Antigüedades españolas. Sepulcro de don Alfonso el Batallador», Semanario Pintoresco Español, 10 (10 de marzo de 1844), pp. 77-79. Il., p. 77.
J. Guillén Buzarán, «Literatura. Sobre las novelas en España», Semanario Pintoresco Español, 43 (27 de octubre de 1844), pp. 338-340.
Juan Guillén Buzarán, «Poesía. A Lisarda», Semanario Pintoresco Español, 15 (13 de abril de 1845), pp. 117-118.
J. Guillén Buzarán, «A don Cuadrúpedo. Romance esdrújulo», Semanario Pintoresco Español, 18 (4 de mayo de 1845), p. 140.
J. Guillén Buzarán, «Literatura española. Don Nicasio Álvarez Cienfuegos», Semanario Pintoresco Español, 1 (1 de enero de 1846), pp. 3-5; 5 (1 de febrero de 1846), pp. 35-36; 6 (8 de febrero de 1846), pp. 43-44.
J. Guillén Buzarán, «Poesía. Los dos estudiantes (Apólogo)», Semanario Pintoresco Español, 8 (22 de febrero de 1846), p. 63.
J. Guillén Buzarán, «Capricho clásico. Letrilla a Úrsula», Semanario Pintoresco Español, 22 (2 de junio de 1850), p. 171.
J. Guillén Buzarán, «Romance semiesdrújulo. Despedida de un teólogo», Semanario Pintoresco Español, 40 (6 de septiembre de 1850), pp. 319-320.
Jaume Pont
Bibliografía consultada
Asensio, José Mª, Cervantes y sus obras, Seix Editor, Barcelona, 1902. (Carta de José Guillén Buzarán: "El testamento de Cervantes", pp. 501-511).
Guillén Buzarán, Juan, «Discurso del Sr. D. Juan Guillén Buzarán en su recepción, el 4 de abril de 1858», en Discursos leídos ante la Real Academia Sevillana de las Buenas Letras, en las recepciones públicas de sus individuos, Imprenta y Librería Española y Extranjera de D. Rafael Tarascó y Lassa, 1877, tomo I, pp. 3-24.
Molina Martínez, José Luis, "El cantón murciano, hecho romántico en el realismo. La construcción de un relato literario desde la historia", Anales de Historia Contemporánea, 9 (1993).
Pío Tejera, José, Biblioteca del murciano o Ensayo de un diccionario biográfico y bibliográfico de la literatura en Murcia, Madrid, 1841, pp. 671-672.
Varela Hervías, E.., «Don Juan Guillén Buzarán, escritor murciano», Revista Murgetana, 12 (1959), pp. 79-131 (se reproducen numerosas cartas de la correspondencia entre José Guilén Buzarán y Ramón Mesonero Romanos).