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Buscador · Informe de cuentos · «Costumbres. Los dos estudiantes »

Título: «Costumbres. Los dos estudiantes»
Variantes del título:
Autor: Guillén Buzarán, Juan - (Guillen Buzaran, Juan)
Revistas: Semanario Pintoresco Español, -, 48, 49 (26 de noviembre de 1843; 3 de diciembre de 1843), pp. 378-380, 391-392.
Volúmenes:
Variantes:
Resumen: En una plática entre viajeros (comerciantes, militares, estudiantes y otros oficios) de camino hacia Palencia, surge un debate acalorado sobre las mujeres y en particular sobre las cualidades (dinero, talento, gallardía, atrevimiento, etc.) que deben adornar al hombre para cortejarlas. Un hombre circunspecto, de unos setenta años y antiguo profesor de los claustros de la Universidad de Salamanca, el doctor Gómez de Alvarado, tercia en la discusión para contar, a propósito de las mujeres, una historia de la que dice haber sido testigo. El narrador cuenta así la historia de dos estudiantes de la Universidad de Salamanca de distinto carácter y disposición: don Carlos de Utrera, formal y reflexivo, y don Juan de Avendaño, superficial y atropellado. El primero, tocado por la enseñanza horaciana de Fray Luis de León, tiene en los estudios su meta; el segundo, por el contrario, es libertino y relajado tanto en la vida como en las aulas. A ambos les asiste diversa suerte con las damas, siendo este último, don Juan, un empecinado seductor que «miraba al bello sexo en su interior con el mayor desprecio, y lo consideraba solo como un mueble necesario para satisfacer sus culpables caprichos». Dos mujeres aparecen de improviso. La joven y bellísima Leonor de Silva, «de corazón tierno y sensible», sucumbe pronto a la trama seductora de Juan de Avendaño. Por su parte, Carlos cae prendidamente enamorado de una joven de distinguida familia salmantina, Ana de Castro, perdiendo a partir de aquel momento el dominio de la razón que le distinguía. Llegado el verano se produce la separación forzada de los amantes, debido a las obligaciones familiares que reclaman desde Córdoba y Trujillo a Carlos y Juan. Lo que en este es fría y desconsiderada separación, en aquel es esperanza de futuro junto a su amada. Pasa el verano y, a su vuelta a Salamanca, Juan había olvidado a Leonor, mientras Carlos parecía más enamorado que nunca de Ana. Pero a ambos les esperaba una noticia sorprendente: doña Leonor, herida por la traición de don Juan, ha ingresado en un convento, y doña Ana por su parte se ha casado con un rico hacendado, por considerarlo mejor partido que don Carlos. Hasta aquí la historia de los dos estudiantes, a la que el Dr. Gómez de Alvarado pone punto final con varias consejas morales y un aviso tendencioso para amadores: «He aquí lo que son las mujeres: aman al que las desprecia y olvidan al que las ama».

Temas, motivos y tipos: Amor no correspondido. Mujer discreta. Caducidad de las pasiones.
Aspectos formales: Se superponen dos voces narrativas: un narrador principal omnisciente exterior a la historia y, en segundo término, un narrador testigo de carácter omnisciente y subjetivo. Así pues, el narrador principal delega la voz en otro narrador que nos cuenta la historia en una narración intercalada y, a partir de ella, extrae su moraleja. Solo al final el narrador principal retoma la voz para cerrar el cuento y asumir la lección de dicha moraleja. El esquema narrativo sigue el planteamiento de las consejas tradicionales.

Sección:
Observaciones: Todo el cuento sirve de ilustración de una conseja moral misógina.


El catálogo de Simón-Díaz repite la entrada sin autor en 1274.

Clasificación genérica: Costumbrista. Folclórico. Moral. Sentimental.

Jaume Pont

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