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Ángel Fernández de los Ríos

 

Ángel Fernández de los Ríos (Madrid, 1821 - París, 1880) es uno de los mejores representantes del periodismo liberal progresista del periodo isabelino. Su trayectoria vital funde de manera indisoluble sus ocupaciones como editor, redactor y director de diarios y revistas a su activismo político, facetas arraigadas en su caso en la tradición ilustrada y basadas en los principios de progreso y libertad.

 

Educado en un entorno liberal, su padre había conspirado contra Fernando VII, fue primordial la influencia de su tío, Ángel Fernández de los Ríos, amigo de Mendizábal y de otros liberales del momento. Ingresó en su juventud en la logia masónica Doce hombres de corazón y sirvió al ejército en la Milicia Nacional, además de estudiar jurisprudencia.

 

Inició su carrera periodística como redactor del periódico liberal El Espectador en 1841, aunque abordó una empresa de mayor envergadura al asumir en julio de 1846 la dirección literaria de El Siglo Pintoresco y del Semanario Pintoresco Español, entonces en manos de Francisco Navarro Villoslada, infundiendo en las dos revistas, como señala en el número de julio de 1846 de El Siglo Pintoresco, un carácter diferente aunque subordinado a una misma empresa, cual es la de «generalizar toda clase de conocimientos, armonizando el estudio y la instrucción con la amenidad y el recreo». En el caso del Semanario, a pesar de seguir la misma línea editorial señalada por su fundador, Ramón de Mesonero Romanos, Fernández de los Ríos incluye en la publicación ligeros cambios que muestran la sagacidad de su director como publicista: por un lado, introduce en las páginas del Semanario breves noticias relacionadas con la actualidad, como harán posteriormente las Ilustraciones de la segunda mitad del siglo XIX; por otro, abre las puertas de la revista a la novela social como reclamo para nuevos suscriptores. Con ese mismo fin, en enero de 1848, siendo ya propietario del Semanario Pintoresco Español, incorpora a la misma empresa las revistas El Renacimiento, la España Pintoresca y Artística y el Semanario Pintoresco y Artístico. Ese mismo año ve la luz su exitosa colección de retratos de personajes contemporáneos que lleva por título Álbum biográfico. Museo universal de retratos y noticias de las celebridades actuales de todos los países en las ciencias, las letras, la política, las artes... (1848), de la que se publicaron cuatro ediciones en tres meses.

 

Un año después funda La Ilustración. Periódico universal, «la primera Ilustración nacional digna de tal nombre», como afirma Cecilio Alonso, pues otorgaba importancia fundamental a la actualidad gráfica. En ese mismo año inicia la edición de la colección Biblioteca Universal «de obras históricas, científicas y literarias, que contribuyó notablemente por la baratura y belleza de las ediciones a la instrucción al pueblo», tal y como advierte Ossorio y Bernard. 

 

Su fe en la instrucción y en el progreso le llevan a colaborar como redactor en 1850 en El Agricultor Español, con el fin de promover la lectura en el ámbito rural. En ese mismo año inicia la publicación del diario de tendencia progresista Las Novedades que se convirtió en el periódico de más reconocimiento de la monarquía isabelina. En 1852 estrena la sección «Folletín de Las Novedades» en la parte inferior de las dos primeras páginas, que se acompañaron hasta 1858 de numerosos grabados. En sus páginas se publicaron obras de Walter Scott y Eugène Sue, de Karr, de Dumas y de Hugo, y también de Charles Dickens y Ann Radcliffe.

 

La actividad política ocupó también este periodo de intensa actividad periodística. En 1848 se entrevistó en París con Mendizábal. Participó junto a su padre en el alzamiento de 1852 que le llevó a prisión, y contribuyó muy activamente en los preparativos de la revolución de 1854. Desde su posición de director de Las Novedades colaboró ese mismo año en la campaña de prensa de la Vicalvarada y por entonces ocultó en su casa al general O''''''''''''''''Donnell. Tras el triunfo de la Revolución fue nombrado diputado a Cortes Constituyentes hasta 1856. Posteriomente se alejó de la orientación moderada de O''''''''''''''''Donnell para formar parte del Centro Progresista junto a Calvo Asensio y Sagasta.

 

Su oposición a la monarquía borbónica determinaron su republicanismo. Fue condenado a muerte por su participación en el pronunciamiento de los sargentos del Cuartel de San Gil, circunstancia que le obligó a exiliarse a París hasta el triunfo de la Gloriosa. En esos años previos a la Revolución del 68 trabajó como redactor de La Iberia (1864), dirigió La Soberanía Nacional (1864-1866) y Los Sucesos (1866), publicando folletos contrarios a la monarquía y biografías de políticos liberales y progresistas (Olózaga (1803-1863). Estudio político y biográfico, 1863; Muñoz Torrero. Apuntes biográficos, 1864). De esos mismos años son sus colecciones de cuentos universales: Tesoro de cuentos escogidos (1864) y Cuentos para todas las edades (1867) y la primera versión de Estudio histórico de las luchas políticas en la España del siglo XIX (1864), cuya segunda edición refundida y ampliada se publicó en 1879.

 

Tras el triunfo de la Setembrina regresa a Madrid para involucrarse en la vida política del Sexenio Revolucionario. Fue senador electo de la provincia de Santander entre 1871 y 1873. Descartó por entonces la posibilidad de ser gobernador de Madrid, ministro bajo el gobierno de Ruiz Zorrilla y presidente del Ayuntamiento de Madrid, cargo que le ofreció Castelar. Sí aceptó ser embajador de Portugal, función que desempeñó entre 1869 y 1873, defendiendo con tenacidad la política conjunta entre Portugal y España, fundamento principal del «iberismo». Sus vivencias y reflexiones quedaron reflejadas en Mi misión en Portugal (1876).

 

Tras el fracaso de la I República, su oposición a la Restauración, que enarboló en su artículo «No más Borbones» publicado en Los Sucesos, periódico ilustrado que había fundado en 1866, le valió la expulsión de España en 1876. Fernández de los Ríos fue deportado a Portugal por el Gobierno de Cánovas del Castillo. En Oporto, a finales de junio, concluye su Guía de Madrid, en la que muestra su profundo conocimiento urbanístico de la ciudad. Poco después, en noviembre, se haya en Burdeos y más tarde se establecería en París. Durante sus últimos años de exilio en París, colaboró como corresponsal para la Ilustración Española y Americana, El Solfeo y La América, entre otros, escribió la Guía de la exposición de 1878 (1878) y tradujo parte de la Historia de la Humanidad de Laurent, junto con Nicolás Salmerón y Tomás Rodríguez Pinilla.

 

Ángel Fernández de los Ríos fue, en palabras de Cecilio Alonso (2002), un «periodista comprometido con su tiempo, de quien basta hojear sus escritos de cualquiera de sus épocas para advertir en ellos una intención invariable de progresismo firme, una voluntad de estilo y un carácter dispuesto a sacrificar intereses por ideas».

 

Firmó como director de El Siglo Pintoresco y del Semanario Pintoresco Español un buen número de colaboraciones. A pesar de que coincidió entre julio de 1846 y enero de 1848 en la dirección de ambas revistas, dedicó más espacio a El Siglo Pintoresco si tenemos en cuenta el número de artículos publicados en la primera, en la que firmó la sección de «Revista» de cada mes de El Siglo, además de diferentes colaboraciones que muestran su faceta periodística aplicada a todos los ámbitos del saber. Entre ellos destaca el artículo dedicado a «Eugenio Sue», en el que muestra su admiración por este escritor como renovador de la novela y del que publicará ese mismo año su traducción de Martín el Expósito; el relato de la emotiva y melancólica «Visita al sepulcro de Abelardo y Eloísa» en el cementerio de Père-Lachaise; y, «El granuja», artículo de costumbres dedicado a este tipo, centrado la ciudad de Madrid. También en las páginas de El Siglo Pintoresco se atrevió con la ficción. Descubrimos dos relatos: el primero, inspirado en uno de nuestros grandes escritores, recrea de manera imaginativa algunos episodios de su vida; el segundo, que sigue la tendencia sentimental y patética de la época, debió ser originariamente una novela que se quedó en cuento, con una conclusión abrupta, muestra de la funesta influencia que en ocasiones ejercían en las letras circunstancias ajenas a la creación literaria, como fue en este caso la absorción de El Siglo Pintoresco por el Semanario Pintoresco Español.

 

Como señalaba, se dirigió en escasas ocasiones a los lectores del Semanario Pintoresco Español entre octubre de 1847 y enero de 1856, aunque en las páginas de esta revista vieron la luz un interesante artículo dedicado a Lamartine, a quien traducirá en 1860 y 1864, y un texto laudatorio sobre Carolina Coronado.

 

Entre 1860 y 1863 publicó en El Museo Universal tres artículos: el primero, de actualidad, titulado «Roma en 1860»; el segundo sobre la Casa de Socorro; y, por último, una biografía escrita en 1862 sobre su amigo Pedro Calvo Asensio, que hizo la función de necrológica con motivo de su muerte el 18 de septiembre de 1863.

 

Cuentos

 

Ángel Fernández de los Ríos, «El amor de una mujer. Cuento», El Siglo Pintoresco, III, 4 (Abril de 1847), pp. 88-90. Il., pp. 89-90; 6 (Junio de 1847), pp. 133-136. Il., p. 133; 8 (Agosto de 1847), pp. 186-188. Il., p. 187; 10 (Octubre de 1847), pp. 231-235. Il., p. 234. 

Ángel Fernández de los Ríos, «Secretos de familia», El Siglo Pintoresco, III 11 (Noviembre de 1847), pp. 252-256. Il., p. 255; 12 (Diciembre de 1847), pp. 272-276. Il., p. 276; 13 (Enero de 1848), pp. 303-309. Il., pp. 304-306 y 309.

 

Otras colaboraciones

 

Ángel, Fernández de los Ríos, «Visita al sepulcro de Abelardo y Eloísa», El Siglo Pintoresco, II, 6 (Junio de 1846), pp. 135-139. Il., pp. 135 y 138. 

Ángel Fernández de los Ríos, «Liceo. Exposición de pintura del año 1845», El Siglo Pintoresco, II, 7 (Julio de 1846), pp. 145-150. Il., pp. 145 y 148. 

Á. F. de los R., «Revista del mes de julio», El Siglo Pintoresco, II, 7 (Julio de 1846), pp. 163-167. Il., pp. 164-165. 

Ángel Fernández de los Ríos, «Exposición del Liceo», El Siglo Pintoresco, II, 8 (Agosto de 1846), pp. 177-184. Il., pp. 177-178, 180, 182-184. 

Á. F. de los R., «Revista del mes de agosto», El Siglo Pintoresco, II, 8 (Agosto de 1846), pp. 189-192. Il., pp. 190-192. 

Ángel Fernández de los Ríos, «Eugenio Sue», El Siglo Pintoresco, II, 9 (Septiembre de 1846), pp. 209-212. Il., p. 209. 

Á. F. de los R., «Revista del mes de septiembre», El Siglo Pintoresco, II, 9 (Septiembre de 1846), pp. 212-216. Il., pp. 213-216. 

Ángel Fernández de los Ríos, «El granuja», El Siglo Pintoresco, II, 10 (Octubre de 1846), pp. 221-227. Il., pp. 221-224, 227. 

Ángel Fernández de los Ríos, «Revista del mes de octubre», El Siglo Pintoresco, II, 10 (Octubre de 1846), pp. 236-240. Il., pp. 237-239. 

Ángel Fernández de los Ríos, «Ciencias naturales-Descubrimientos importantes-Crítica», El Siglo Pintoresco, II, 11 (Noviembre de 1846), pp. 257-261. Il., p. 258. 

Á. F. de los R., «Revista del mes de noviembre», El Siglo Pintoresco, II, 11 (Noviembre de 1846), pp. 262-264. Il., p. 263. 

Á. F. de los R., «Revista del mes de diciembre», El Siglo Pintoresco, II, 12 (Diciembre de 1846), pp. 285-288. Il., pp. 286-287. 

Á. F. de los R., «Introducción», El Siglo Pintoresco, III, 1 (Enero de 1847), pp. 1-3. Il., pp. 1 y 3. 

Ángel Fernández de los Ríos, «Revista mensual (desde el 1º al 20 de enero)», El Siglo Pintoresco, III, 1 (Enero de 1847), pp. 21-23. Il., 22-23. 

Ángel Fernández de los Ríos, «Introducción», Semanario Pintoresco Español, 1 (3 de enero de 1847), p. 1.

Ángel Fernández de los Ríos, «Revista mensual. (Desde el 20 de enero al 20 de febrero.)», El Siglo Pintoresco, III, 2 (Febrero de 1847), pp. 45-48. Il., 46-47. 

Ángel Fernández de los Ríos, «Erasmo de Rotterdam», El Siglo Pintoresco, III, 3 (Marzo de 1847), pp. 54-57. Il., p. 54. 

Ángel Fernández de los Ríos, «Revista mensual. (Desde el 20 de febrero al 20 de marzo)», El Siglo Pintoresco, III, 3 (Marzo de 1847), pp. 71-72.

Ángel Fernández de los Ríos, «Erasmo de Rotterdam», El Siglo Pintoresco, III, 4 (Abril de 1847), pp. 73-77. Il., p. 73. 

Ángel Fernández de los Ríos, «Revista mensual. (Desde el 20 de marzo al 10 de abril)», El Siglo Pintoresco, III, 4 (Abril de 1847), pp. 93-96. Il., pp. 94-95. 

Ángel Fernández de los Ríos, «Revista mensual. (Desde el 20 de abril al 20 de mayo)», El Siglo Pintoresco, III, 5 (Mayo de 1847), pp. 117-120. Il., pp. 117 y 119. 

Ángel Fernández de los Ríos, «Revista mensual. (Desde el 20 de mayor al 20 de junio.)», El Siglo Pintoresco, III, 6 (Junio de 1847), pp. 143-144.

Ángel Fernández de los Ríos, «Revista mensual. (Desde el 20 de junio al 20 de julio)», El Siglo Pintoresco, III, 7 (Julio de 1847), pp. 167-168. Il., p. 168. 

Ángel Fernández de los Ríos, «Revista mensual. (Desde el 20 de julio al 20 de agosto)», El Siglo Pintoresco, III, 8 (Agosto de 1847), pp. 191-192. Il., pp. 191-192. 

Ángel Fernández de los Ríos, «De los medios de consignar y trasmitir los frutos del entendimiento antes del descubrimiento de la imprenta», El Siglo Pintoresco, III, 9 (Septiembre de 1847), pp. 199-204.

Ángel Fernández de los Ríos, «Revista mensual. (Desde el 20 de agosto al 20 de septiembre)», El Siglo Pintoresco, III, 9 (Septiembre de 1847), pp. 215-216.

Ángel Fernández de los Ríos, «Revista mensual. (Desde el 20 de septiembre al 25 de octubre)», El Siglo Pintoresco, III, 10 (Octubre de 1847), pp. 238-240. Il., p. 240. 

Ángel Fernández de los Ríos, «A los señores suscritores», Semanario Pintoresco Español, 42 (17 de octubre de 1847), p. 336.

Ángel Fernández de los Ríos, «Circunstancias que concurrieron al descubrimiento de la tipografía», El Siglo Pintoresco, III, 11 (Noviembre de 1847), pp. 244-248. Il., pp. 245 y 247. 

Ángel Fernández de los Ríos, «Revista mensual. (Desde el 25 de octubre al 25 de noviembre)», El Siglo Pintoresco, III, 11 (Noviembre de 1847), pp. 263-264. Il., p. 263. 

Ángel Fernández de los Ríos, «Revista mensual. (Desde el 25 de noviembre al 31 de diciembre)», El Siglo Pintoresco, III, 12 (Diciembre de 1847), p. 287. Il., p. 287. 

Ángel Fernández de los Ríos, [«Introducción»], Semanario Pintoresco Español, 1 (2 de enero de 1848), pp. 1-3.

Ángel Fernández de los Ríos, «De la propagación de la imprenta», Semanario Pintoresco Español, 13 (26 de marzo de 1848), pp. 98-100. Il., pp. 99-100. 

Ángel Fernández de los Ríos, «Alfonso de Lamartine», Semanario Pintoresco Español, 14 (2 de abril de 1848), pp. 105-108. Il., p. 105. 

Ángel Fernández de los Ríos, «A los lectores», Semanario Pintoresco Español, 1 (7 de enero de 1849), p. 2.

Ángel Fernández de los Ríos, «A los lectores», Semanario Pintoresco Español, 1 (6 de enero de 1850), p. 2.

[Ángel Fernández de los Ríos], «La Srta. doña Carolina Coronado», Semanario Pintoresco Español, 15, (14 de abril de 1850), pp. 113-116. Il., p. 113. 

Ángel Fernández de los Ríos, [«Introducción»], Semanario Pintoresco Español, 1 (5 de enero de 1851), p. 2.

Ángel Fernández de los Ríos, «A los lectores del Semanario Pintoresco Español», Semanario Pintoresco Español, 1 (7 de enero de 1855), pp. 415-416.

Ángel Fernández de los Ríos, «Los lectores del Semanario», Semanario Pintoresco Español, 1 (6 de enero de 1856), pp. 1-2.

A. Fernández de los Ríos, «Roma en 1860. Ojeada de actualidad», El Museo Universal, IV, 40 (30 de septiembre de 1860), pp. 322-323; 41 (7 de octubre de 1860), pp. 330-331; 42 (14 de octubre de 1860), pp. 338-340.

A. Fernández de los Ríos, «La quinta casa de socorro», El Museo Universal, VI, 23 (8 de agosto de 1862), pp. 178-179.

A. F. de los Ríos, «Calvo Asensio», El Museo Universal, VII, 39 (27 de septiembre de 1863), pp. 308-310. Il., p. 309. 

 

Montserrat Amores

 

Bibliografía consultada

 

Alonso, Cecilio, «Antecedentes de las Ilustraciones», en La prensa ilustrada en España. La ilustraciones 1850-1920, Coloquio Internacional, Iris-Université Paul Valéry, Rennes-Montpellier, 1996, pp. 13-41.

Alonso, Cecilio, «Ángel Fernández de los Ríos (1821-1880)» en Marie-Linda Ortega (ed.), Escribir en España entre 1840 y 1876, Fundación Duques de Soria - Visor Libros - Presses Universitaires de Marne-La Vallée, Madrid, 2002, pp. 139-162.

Bauló, Sylvie, «Las Novedades. El periódico y sus novelas de folletín (1855-1862)», Anuario Brasileño de Estudios Hispánicos, 4 (1994), pp. 237-253.

García Padrino, Jaime, «Las ediciones de Andersen en España», en Pedro Cerrillo Torremocha (ed.), Andersen, «ala de cisne». Actualización de un mito (1805-2005), Ministerios de Educación y Ciencia, Madrid, 2005, pp. 135-167.

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Peiró Martín, Ignacio y Gonzalo Pasamar Alzuria, Diccionario Akal de historiadores españoles contemporáneos, Ediciones Akal, Madrid, 2002, pp. 247-248.

 

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