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Buscador · Informe de cuentos · «La Virgen del Clavel. Cuento morisco »

Título: «La Virgen del Clavel. Cuento morisco»
Variantes del título:
Autor: Giménez Serrano, José
Revistas: Semanario Pintoresco Español, -, 24, 25, 27 (11 de junio de 1848; 18 de junio de 1848; 2 de julio de 1848), pp. 190-192, 198-200, 213-215.
Volúmenes:
Variantes:
Resumen: El autor evoca los años de su infancia en que su tío solía llevarlo al convento de Santa Isabel la Real en el Albaicín de Granada. Un día, una monja le había enseñado el hermoso monasterio que, unido a la fábrica espiritual gótica, tenía un voluptuoso apartamento oriental, el Dar-la (Horra casa de la honesta). Había visitado entonces una pequeña capilla del complejo morisco dedicada a la Virgen, a cuyos pies se conservaba una urna que guardaba un clavel. Con los años, el narrador sabría la historia.


A principios del siglo XVI, un sacristán tan alegre y bondadoso como pendenciero y seductor, se había enamorado de la bella mora Amina. La joven era huérfana de un noble zegrí y había vivido enclaustrada mientras estuvo bajo la custodia de un tutor, el cual la había educado en la más estricta ortodoxia musulmana. A la muerte de este, el cura de la parroquia de San Cristóbal, que se hizo cargo de la joven, la instruyó en la fe cristiana. Así la conoció el sacristán Juan, un joven huérfano que se había criado con su tío el párroco. A partir de entonces, Juan no tuvo sosiego.


Una noche dio una serenata al pie de la ventana de la mora y esta, prendada de la armonía de la música, le arrojó una flor por la ventana. A la alborada, el sacristán la vio entrar en el huerto. Poco después, recibía un mensaje cifrado en un ramo de flores en el que Amina le proponía una cita nocturna. Torturado por las dudas, Juan se metió en una taberna de mala fama antes de acudir a casa de la mora. Ayudado por Corbacho, un compañero de farra, y muy ebrio, salió más tarde a la calle. Se había desatado una terrible tormenta y el aparato de relámpagos y truenos cegaba al sacristán cuando apoyó la escala para trepar hasta el aposento de su dama. Entonces, tuvo una visión: huía con la mora por las calles inundadas de Granada, el anciano capellán su tío trataba de detenerlo y él, furioso, lo apuñalaba mortalmente. Los amantes escapaban, pero, al fin, eran víctimas de las embravecidas aguas del Darro. A punto de ahogarse, Amina era socorrida por un ángel y Juan era arrastrado al fondo por un torbellino infernal. El sacristán volvió en sí al amanecer, recogió del suelo un clavel que le había lanzado la mora y vio delante al anciano sacerdote al que había asesinado en sueños. Aterrorizado, decidió entonces ingresar en la orden de la cartuja. También Amina optó por tomar los hábitos en el monasterio de Santa Isabel la Real y fue, a partir de entonces, sor Amparo.


Un tiempo después, los Monfier, un grupo de moriscos descontentos y violentos, se reunieron extramuros de la ciudad junto al aljibe. Habían perdido a su guía y deseaban encontrar quien los orientase. En esto, se presentó un joven de quince años llamado Harmez y, enseguida, fue aclamado como jefe. Dirigidos por él, los Monfier asaltaron la cartuja y Juan, que no había olvidado su gusto por la pendencia, murió en combate singular con Harmez, que era en realidad hermano de Amina. A punto de expirar, el valeroso monje pidió a su amigo Corbacho que entregara un relicario que llevaba en el pecho a sor Amparo. Encerrado en el estuche estaba el clavel que había recogido la noche en que había pensado fugarse con ella. Sor Amparo recibió el presente y murió de pena ocho días después. Las monjas de Santa Isabel enterraron la reliquia en la capilla morisca de la Virgen.

Temas, motivos y tipos: Moros y cristianos. Huérfanos. Sacerdote. Seducción. Premonición. Amor trágico. Virtud. Conversión religiosa. Hermanos. Asesinato.
Aspectos formales: Un narrador en primera persona refiere un episodio de su infancia y se modula después hacia la omnisciencia para contar una trágica anécdota del siglo XVI. El relato es de ritmo muy lento y se demora en descripciones pintorescas de las calles, edificios religiosos y jardines de Granada.

Sección:
Observaciones: La tercera entrega hubo de posponerse al número 27, en julio, porque no cupo en el 26, según se lee en nota de la p. 208.

Clasificación genérica: Legendario. Oriental. Religioso.

Teresa Barjau

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