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Buscador · Informe de cuentos · «La Virgen del Valle »

Título: «La Virgen del Valle»
Variantes del título:
Autor: Romero y Larrañaga, Gregorio
Revistas: Semanario Pintoresco Español, -, 2, 3, 4, 5 (10 de enero de 1847; 17 de enero de 1847; 24 de enero de 1847; 31 de enero de 1847), pp. 14-16, 21-22, 30-32, 37-40.
Volúmenes:
Variantes:
Resumen: Al principio, una joven yace con gesto de desesperación sobre las losas de la ermita de la Virgen del Valle. Tras el cuadro, la narración retrocede en el tiempo. Margarita, una huérfana de temperamento melancólico, ha pasado la infancia y parte de la adolescencia entre las paredes de un monasterio de monjas de Toledo, donde la depositó un tío materno que marchó con el ejército a Italia y después a Flandes. Un día, cuando la muchacha tiene ya quince años, se declara un incendio en la casa y varios caballeros principales acuden en ayuda de las religiosas y sus pupilas. Margarita es socorrida por un gentilhombre del rey Felipe IV, caballero de la orden de Alcántara, que dice llamarse don Antonio de Herrera. Tras salvarla de las llamas, don Antonio deja a la joven al cuidado de la marquesa de Uceda y de doña María de Mendoza, camarista de la reina doña Isabel de Borbón. Aunque solo lo ha tratado brevemente, Margarita se enamora del caballero, abandona su talante melancólico y parece renacer al calor de la pasión. Don Antonio también parece quererla y, cuando la joven regresa de nuevo con las monjas, le entrega un billete en el que le solicita una entrevista secreta. El caballero quiere hacerla suya, pero ella resiste de entrada el acoso y él recurre al engaño para convencerla. Así, Margarita huye del convento montada en el caballo de don Antonio, que cruza velozmente los alrededores de Aranjuez.


La narración vuelve ahora a la joven desesperada sobre las losas de la ermita, adonde llega un sacerdote que ha estado indagando infructuosamente el paradero del seductor. Margarita cuenta entonces al clérigo cómo fue forzada por don Antonio y cómo descubrió después que era casado. La joven piensa en el suicidio y el cura trata de disuadirla pintando las terribles consecuencias de tan gran pecado. Llegan entonces a la ermita tres gallardos jinetes. Uno de ellos es don Francisco Cossío, el tío de Margarita, quien, sabedor de la desgracia, insta a su sobrina a regresar al convento, adonde la conduce, pese a que ella se resiste. Una vez traspasado el umbral, Margarita se desmaya. Cuando vuelve en sí, se siente impura entre las vírgenes del convento y vuelve a pensar en el suicidio.


Pasa entonces la narración a don Francisco, quien busca a Margarita por las afueras de Toledo y, cuando llega al lugar donde se amaron don Rodrigo y la Cava, tiene un trágico presentimiento. Poco después, oye la caída de Margarita en el vacío y ve cómo se debate en las aguas del Tajo. De regreso a la ciudad, don Francisco oye comentar parte de la historia de su sobrina a unos caballeros que salen de una hospedería. Así se entera de que don Antonio de Herrera era en realidad el monarca Felipe IV, el cual, oculto bajo ese nombre, había participado en la extinción del incendio del monasterio.


La narración se cierra con un comentario del narrador sobre el P. Florez, que se da como fuente del cuento, y con la relación de ciertos rumores, que difundieron que tal vez Margarita no había muerto y había alcanzado la otra ribera del Tajo para marcharse con su tío al extranjero. Fuera de España, habría dado a luz un hijo de Felipe IV, probablemente el futuro Carlos II.

Temas, motivos y tipos: Melancolía. Amor trágico. Deshonra. Premonición. Suicidio.
Aspectos formales: Narración subjetiva, digresiva y muy enigmática, basada en la retrospección, la elipsis y los cambios de focalización. Está organizada por un narrador omnisciente y poco fiable. Tras el impactante cuadro inicial de la joven desesperada que yace en el suelo de la ermita de la campiña toledana, una larga digresión moral nos lleva a los orígenes de la desconocida, como si penetráramos en su ensueño y sin que se produzca un cambio de voz. Nos devuelve a la realidad del presente la irrupción del sacerdote, que viene de cumplir una orden elíptica de búsqueda de don Antonio de Herrera, que sin duda le ha dado la joven. La protagonista, en confesión, pasa a narrar su historia y describe la escena de su violación, que antes nos había escamoteado el narrador externo. La aparición de don Francisco Cossío, sabedor de la deshonra de la joven, añade una nueva perspectiva y contribuye a crear una atmósfera misteriosa. El perspectivismo se acentúa cuando, desaparecida ya Margarita, don Francisco y el lector descubren la verdadera identidad de don Antonio de Herrera por los comentarios de los caballeros que salen de la taberna. Los comentarios finales del narrador, que baraja la posibilidad de un segundo desenlace, ponen en entredicho lo narrado.

Sección: Novelas
Observaciones: Hay grabados en las cuatro entregas, realizados por el taller de Vicente Castelló.

Clasificación genérica: Histórico. Legendario. Sentimental.

Teresa Barjau

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