Título: | «Celia Mazo» |
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Variantes del título: | |
Autor: | Fernández Iturralde, Enrique |
Revistas: | El Museo Universal, X, 26, 27, 28, 29, 30, 31 (1 de julio de 1866; 8 de julio de 1866; 15 de julio de 1866; 22 de julio de 1866; 20 de julio de 1866; 5 de agosto de 1866), pp. 207, 215-216, 223-224, 231-232, 238, 247-248. |
Volúmenes: | |
Variantes: | |
Resumen: | A principios de primavera, a la puerta de una iglesia un hombre se debate entre entrar y no entrar cuando aparece una berlina de la que desciende una mujer misteriosa. La sigue al interior del templo; a los cinco minutos ella sale, y él detrás, pero ella ha cambiado de vestido; entra en otra iglesia y a los cinco minutos sale de nuevo con un cambio en su apariencia que hace decir al narrador que nadie podría decir que es la misma mujer que entró. Sigue tras ella para verla entrar en una administración de Lotería donde ella cobra 20.000 reales y donde el administrador la confunde con una anciana. Al salir del local la mujer se detiene al lado del protagonista y exclama: «¡Curioso!» Un poco más tarde él ve pasar la berlina con que llegó a la iglesia y en ella una joven rubia de ojos oscuros que lo mira con «una sonrisa picaresca y burlona». Durante un mes el protagonista la busca por las iglesias, la administración de loterías, el Paseo de la Castellana, las casas en «las que se recibía», los teatros… En el Teatro Real una noche en la que se representa Lucia cree descubrirla en una joven que va acompañada de un caballero anciano pero o bien no es ella o disimula muy bien. Una noche al volver a casa encuentra la carta de una mujer. Al abrirla el lector descubre que el protagonista se llama Gabriel y que la joven misteriosa dice conocerlo desde que era niña. En ella le confiesa que no hay ningún misterio en todo lo que vio y que únicamente tomaba precauciones porque le habían prohibido jugar a la lotería y no solo jugó sino que el billete salió premiado. Como a pesar de todo fue descubierta, le propone a Gabriel que sea él, a partir de ese momento, quien se encargue de jugar al número 3.353 y que irán al 50% en las ganancias. Y firma «La dama duende». Él cumple su encargo y dos meses después ha acumulado dos premios de 1.000 reales y de 500 duros respectivamente sin haber vuelto a tener noticias de ella. Recibe una segunda carta en la que la joven, tras arreglar las cuentas de la lotería, le confiesa quién es: Celia, una educanda de las Salesas que había sido amiga de su hermana Inés muerta a los quince años. Le hace prometer que si se encuentran no demostrará conocerla y que no la busque. Recuerda entonces Gabriel que, a la muerte de su hermana dejó España para ir a América y allí hizo crecer su fortuna. Nostálgico regresó a España tras diez años y es el tiempo en el que se inicia la aventura narrada. Aquella misma tarde, acompañado de su amigo Hipólito y mientras pasea por La Castellana, ve la berlina de Celia la reconoce a la vez que se da cuenta de que es la misma joven del Teatro Real. Su amigo le informa de que es la condesa del Lago y que está casada. Se ofrece a presentarlo en casa de la condesa pero él, fiel a su promesa, le dice que no. No obstante, aquella noche acude al Real, donde se representa Lucrecia, y ve a Celia que parece triste. Cuando regresa a casa le espera carta de Celia en la que le dice que se va de Madrid y que no intente buscarla, que ella le escribirá de vez en cuando. Él se reconoce enamorado de Celia y, desesperado por su ausencia, juega, bebe, ama… sin recibir noticias de ella. Una noche en el Real escucha hablar a dos hombres y por ellos sabe que Celia ha enviudado tras un duelo del conde por una cuestión de juego. Gabriel se desespera pensando que ahora que ella es libre ni siquiera lo ha buscado y eso es síntoma de que nunca lo ha amado. En esa misma Navidad el número al que juegan sale premiado con cuatro millones. Unos meses después recibe una carta donde se le cita en el Monasterio de la Visitación donde le comunicarán «algunas noticias que pudieran interesarle». Es el Monasterio en que estuvieron su hermana Inés y Celia y allí la halla pálida, delgada, incorpórea. Celia le dice que no podrán verse hasta pasados seis meses en que concluirá su luto. Acaba el cuento con el narrador feliz entre exclamaciones porque ya solo falta un mes para que le llegue la felicidad. |
Temas, motivos y tipos: | Convento. Disfraz. Duelo. Jugador/es. Mujer misteriosa. El viejo y la niña. |
Aspectos formales: | El cuento, publicado en seis entregas, se divide en siete capítulos marcados con numeración romana y breves títulos. Presenta un narrador en primera persona protagonista. Hay además varias cartas, una de las cuales da pie a una analepsis que recupera los últimos diez años de la vida del personaje. El autor aprovecha también una carta, la primera, para introducir algo de crítica literaria, recurso común en el escritor. Así Celia dice en un momento de la carta (cap. III): «…La novela que usted se había forjado, llena de pasión y lances extraordinarios, y que se prometía usted seguir hasta su desenlace, se desvaneció al fin del primer capítulo convirtiéndose en uno de esos hechos de vida real vulgares, prosaicos, antinovelescos. Lo siento por usted; pero ¿qué le vamos a hacer, si en el lance, en cuestión, no hay el más pequeño resquicio de amor ni de novela? Otra vez tendrá usted más suerte y dará con una aventura, que, siguiéndola con cuidado, pudiera llenar diez tomos compactos». |
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Observaciones: | El autor, como en otras narraciones, da gran importancia a la música. En esta ocasión cita dos óperas de Donizetti, Lucia de Lammermoor y Lucrezia Borgia. |
Clasificación genérica: | Realista. |
María Jesús Amores |