Título: | «Un caso de avaricia. Del libro inédito "Sueños y realidades"» |
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Variantes del título: | |
Autor: | Fernández Iturralde, Enrique |
Revistas: | El Museo Universal, X, 21, 22 (27 de mayo de 1866; 3 de mayo de 1866), pp. 167-168, 175-176. |
Volúmenes: | |
Variantes: | |
Resumen: | Un joven, acostumbrado a la vida muelle, recibe nombramiento y, a pesar de su resistencia, tiene que empezar a trabajar para el Estado, con un sueldo de 666 reales. Considerándose en una mazmorra piensa muchas veces en dimitir cuando se abre un negociado para el cual se precisa alguien con sus conocimientos y poco a poco va sintiéndose mejor e incluso trabajando con ahínco. Tiene a su lado como escribiente a un viejo raquítico que, a pesar de sus 3.000 reales de sueldo y a que todos lo apodan «el millonario», se presenta como el más mísero de los hombres y todos lo achacan a su avaricia. Pasados dos años el joven ha demostrado su valía y logrado la estimación de sus jefes cuando se presenta un tiempo de relevos. El protagonista se siente tranquilo e incluso está seguro de que será ascendido hasta tener un sueldo de 10.000 reales que es lo que piensa que se merece. Salen entonces los nombramientos, se entera de que le han asignado un puesto por el que cobrará 6.000 reales y siente que le han rebajado el sueldo. Así que con el acuerdo de su familia decide renunciar y volver al «dolce far niente». Un día mientras conversa con un amigo ve aparecer a «el millonario» que resulta ser el tío de su amigo y que le informa de que ahora es cesante aunque se hubiese quedado trabajando por menos dinero del que ganaba «con tal de ganar algo». Meses después se vuelve a encontrar al sobrino que le informa de que su tío está muy enfermo. Acude a visitarlo y le pregunta por qué atesoraba el dinero y éste le responde que por «el gusto de hacer un buen testamento». A nuestro protagonista le parece el caso «más raro de avaricia… que había yo visto». Y así es, cuando muere su sobrino hereda 3000.000 reales. |
Temas, motivos y tipos: | Avaricia. Miseria. Ociosidad. Testamento. |
Aspectos formales: | Escrito en primera persona. El cuento tiene dos centros de interés y por ello es muy difícil señalar la función del narrador en él. Por un lado habla de sí mismo y sus experiencias en el trabajo encomendado, y en esos momentos estamos ante un narrador protagonista. Pero luego aparece el interés por el viejo avaricioso, su descripción, su historia, y estaríamos ante un narrador testigo. Ahí está además el título. Es interesante el retrato que el autor hace de los avatares del protagonista mientras es funcionario: cómo es nombrado, su sueldo, su trabajo y las condiciones … |
Sección: | |
Observaciones: | Al igual que sucede con «Tres valientes» estamos ante un cuento de Sueños y realidades que no tiene elementos fantásticos como sí sucede con los demás de este libro inédito. Ello no obsta para que el autor, con una frase semejante a la que usa en el cuento citado, señale al hablar del viejo: «al verle se presentaban naturalmente a la memoria los personajes de las fantásticas leyendas de Hoffman y Edgardo Poe». |
Clasificación genérica: | Costumbrista. Realista. |
María Jesús Amores |