GICES XIX UAB


Ministerio de Ciencia e Innovación

Buscador · Informe de cuentos · «Dos historias »

Título: «Dos historias»
Variantes del título:
Autor: Rubio, Carlos
Revistas: El Museo Universal, XII, 39, 40 (26 de septiembre de 1868; 4 de octubre de 1868), pp. 311-312, 315-316.
Volúmenes:
Variantes:
Resumen: En el prólogo, marco de ambas publicaciones, se narra el nacimiento, de la mano de Prometeo, de los narradores de los dos relatos: Tal y Cual. Según explica el narrador, el dios mitológico es el encargado de insuflar vida a sus creaciones de materia inerte a partir del robo de rayos de sol, cada uno de ellos vinculados a un alma a las que «les pega un puntapié y las envía a vivir a cualquiera de los globos que pueblan el espacio». El caso de los tres protagonistas, los dos narradores y un tercero, Para, resulta especial al ser fruto de un mal día de caza y conseguir un único rayo, el cual dividió en tres para crear vida; la carencia de energía en los tres cuerpos tuvo como resultado a los tres protagonistas con características un tanto particulares, ajenas a lo normal. Tras recorrer a lo largo de varios siglos –no se especifica cuántos– por la tierra, deciden acudir a las puertas de Prometeo para que les permita descansar en paz; durante la espera, narran ambos relatos.


El primero de los relatos narra la historia de una venganza por amor llevada a cabo por María y Andrés, los dos protagonistas. Éstos son una futura pareja que ve truncados sus planes con la llegada, a la casa de la muchacha, de Luis de Vargas, conocido por su fama de don Juan. La joven se enamora durante su estancia de él mientras que Andrés se desespera a causa de los celos. Éste finaliza su exilio en casa de don Pedro Hernández, el padre de María, tras haber sido desterrado de la corte «por haber escrito unos malos versos contra un mal ministro». La marcha de don Luis provoca la desesperación de la muchacha y el enojo de Andrés; por ello, deciden trazar un plan para retar a muerte al don Juan y así, por una parte, vengar el agravio amoroso sufrido por María y, por otra, recuperar el camino libre de Andrés para recobrar el amor de la joven. El desenlace se desarrolla con la muerte de don Luis a manos de Andrés, tras haber sido retado a duelo, y el asesinato de éste último a manos de María como pago por la muerte de su enamorado.


Severo Azagra, el protagonista de «El muerto escapado», la segunda de las historias, sufre de un ataque de catalepsia y le dan por muerto. Durante su velatorio, escucha cómo Elisa, su joven esposa, lo estaba engañando con su primo, de quien realmente estaba enamorada, y reconoce haberse casado con él por cuestiones económicas. La noche previa al entierro, custodiado por el fraile Juan Melón, consigue recobrar todas sus facultades vitales. Tras ello, pide ayuda al sacristán para vengar su deshonra y éste acepta su petición, tras la sorpresa de la resurrección. La venganza la llevan a cabo un año después del anuncio de la supuesta desaparición del cadáver de don Severo, coincidiendo con los preparativos de la boda entre Elisa, convertida en rica heredera, y el primo. La noche antes del enlace, ambos amantes aparecen muertos sin una causa aparente. Durante el velatorio de la pareja, y ya sin público, aparece don Severo embozado en una capa, hablándoles a los dos enamorados y explicándoles que él ha sido el causante de su muerte que, al parecer, no es más que un episodio de catalepsia producido por el veneno conseguido por él y suministrado por el sacristán como regalo de boda mezclado con vino. De este modo, el protagonista lleva a cabo su venganza de forma velada para el resto del público, pero conocida por los amantes quienes acabarán siendo enterrados con vida.


En el capítulo con el epígrafe de «Conclusión» se descubre que los tres personajes, Tal, Para y Cual, formaron parte de las historias narradas con anterioridad: Cual encarnó María, Tal a Elisa y Para dio vida al amante de ésta. Tras la confesión, se produce sus respectivas liberaciones con la llegada de Prometeo. La reunión de los personajes en el mismo rayo de luz conlleva una revelación: «yo me he engañado, me he seducido, me he deshonrado y me he vengado a mí mismo y de mí mismo. He pasado el tiempo en hacerme burla y castigarme». La deducción globalizada del narrador acerca del futuro recogimiento de todos los rayos de luz le lleva a plantearse «¿qué pensará aquel sol de la vida, de sus odios y sus luchas?»; con la reflexión moral del comportamiento del hombre se cierra la narración.

Temas, motivos y tipos: Adulterio. Amor no correspondido. Boda. Celos. Clérigo. Crimen. Deshonra. Don Juan. Envenenamiento. Marido engañado. Matrimonio de conveniencia. Matrimonio desigual. Muerte. Relación amorosa secreta. Venganza.
Aspectos formales: Ambas historias aparecen enmarcadas por un Prólogo, un Epílogo y una Conclusión en las que el narrador señala, a modo de relato mitológico, el origen genealógico de los respectivos narradores. El primer relato, «El premio de una venganza», está dividido en cuatro breves capítulos encabezados cada uno de ellos por números romanos y desarrollados mediante un narrador omnisciente. De espacio indeterminado, tan sólo se hace referencia explícita a una cocina de una casa acomodada propia de «un pueblo agrícola» y a la desconocida corte de la que es expulsado don Luis. Por lo que respecta a las marcas de carácter temporal, éstas, al igual que las del espacio, son de carácter vago al señalar tan sólo «una fría y lluviosa noche de diciembre, hace más de un siglo». «El muerto escapado», el segundo de los cuentos, cuenta con cinco capítulos encabezados por números romanos. La acción se inicia con el velo del cadáver del protagonista y, según se indica en las primeras líneas, se desarrolla en el mes de diciembre; su resurrección tiene lugar en la capilla mientras tiene lugar la conversación con Juan Melón en casa de éste. Tras una elipsis temporal de un año, el narrador omnisciente presenta los preparativos de la boda y la súbita muerte de la pareja. El relato se cierra con un cambio de espacio, volviendo a la capilla, en esta ocasión ocupada por los cadáveres de la pareja y la súbita aparición de don Severo quien ofrece, de incógnito, la explicación de la venganza. Ambas narraciones se caracterizan por la preponderancia del desarrollo de la acción frente a la caracterización de los personajes, quienes no disponen de gran profundización psicológica; los diálogos coadyuvan a remarcar esta característica.

Sección:
Observaciones: El primero de los relatos aparece firmado por «Z. Marcas»; como epígrafe al segundo cuento, se señala el error anterior, cometido por la redacción de la revista,  subsanado al final de aquél con la firma de «Carlos Rubio».

Clasificación genérica: Alegórico. Costumbrista. De aventuras. Fantástico. Humorístico. Macabro.

Bàrbara Bernadàs, Estefanía Puyo

Imprimir