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Ministerio de Ciencia e Innovación

Buscador · Informe de cuentos · «Los dos entierros »

Título: «Los dos entierros»
Variantes del título:
Autor: Rodríguez Correa, Ramón
Revistas: El Museo Universal, V, 53 (30 de diciembre de 1860), pp. 423-424.
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Variantes:
Resumen: El protagonista de la historia, don Ramón, es despertado intempestivamente por su criado a las ocho de la mañana. Le reclama su lavandera, rota por el dolor, quien  no tiene el dinero con que enterrar a su esposo fallecido aquella misma noche. Ante lo que estima como una situación de urgencia, el bueno de don Ramón no puede por menos que hacerse cargo del entierro.


Aquella misma mañana, sin embargo, tiene que cumplir con otro compromiso luctuoso: el entierro de la joven de dieciséis años Julia, hija de una rica familia. El cuadro en casa de la muchacha no puede ser más desalentador. Mientras los padres lloran la pérdida de su hija, los corrillos de convidados y amigos se abandonan a una sarta de habladurías personales sobre la finada. Todas las conversaciones parecen tener un interés común: el dinero. Los padres se preocupan porque su hija tenga el entierro más lujoso; los tutores de la muchacha se maldicen porque han visto esfumarse la posibilidad de enriquecerse; los pretendientes en edad de matrimoniar se exclaman al ver que se les ha escapado un buen partido; y otros, en fin, se limitan a ponderar el «buen tono» social de la reunión. En medio de aquella barahúnda, en la que ni familiares ni conocidos notan su presencia, don Ramón decide abandonar el edificio para asistir de inmediato al entierro del marido de Juana López, su lavandera. En una casa de pobre apariencia, cercana a la plaza de la Cebada, la llegada de don Ramón es acogida con vivas muestras de afecto y agradecimiento. Una corta comitiva de parientes y amigos, desconsolados todos y en un emotivo silencio, se encamina al cementerio vecino. Allí, el marido de una desconsolada Juana es enterrado en una fosa común, mientras a poca distancia un sacerdote, con sus vestiduras de seda y oro, encabeza una multitud de buen tono y entona el responso por otro cadáver. Solo cuando don Ramón se despide de Juana López y sus familiares entre muestras de afecto y agradecimiento, comprende por primera vez y en su cabal sentido «lo que —en sus propias palabras— era un entierro».

Temas, motivos y tipos: Las falsas apariencias. El dinero. Generosidad. Bondad. Gratitud. Virtud natural. Dolor. Duelo. Muerte.
Aspectos formales: El cuento se divide en tres brevísimos capítulos encabezados con números romanos: el primero a modo de planteamiento y los dos siguientes a modo de alternativa en la que manifiestan nudo y desenlace. El tiempo lineal y progresivo de la acción dramática, da cobijo en el Madrid contemporáneo del autor a tres escenas ubicadas en espacios distintos: la casa del protagonista, el edificio del primer entierro, la casa de la lavandera y el cementerio. Tres son, pues, los espacios interiores y uno el espacio exterior. La voz del narrador protagonista en primera persona se mantiene de principio a fin, alternándose de forma equilibrada con los diálogos. El cuento se cierra introspectivamente con unas sentenciosas palabras del narrador y protagonista («Hasta entonces no comprendí lo que era un entierro») en las que se sustancia una indiscutible enseñanza moral.

Sección:
Observaciones: Grabado de J. A. en el que puede verse a varios pacientes ofreciendo un ave de corral a su doctor en señal de agradecimiento. El grabado va encabezado, en la parte superior, por el título «Morituri te salutant»; al pie, lo acompaña un pareado en el que se lee: «Doctor, ya que peligra nuestra vida, / un recuerdo aceptad de despedida».

Clasificación genérica: Costumbrista. Moral.

Jaume Pont

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