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Título: «¡Por lástima…! Historia madrileña»
Variantes del título:
Autor: Gullón, Pío
Revistas: El Museo Universal, IV, 5 (29 de enero de 1860), pp. 34-35.
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Variantes:
Resumen: El relato empieza con una introducción de tono costumbrista: a pesar del exceso de influencia francesa sobre la sociedad española, todavía quedan tipos únicos, como «los ciegos de Madrid».


A esta clase pertenece, Tomás, el ciego que suele estar en una esquina de la calle santa Isabel. Una noche, el narrador salía de una tertulia, en casa de Luisa. El tiempo era lluvioso y desapacible. En la calle oye una voz que llama. Es el ciego que no encuentra a su hijo. El narrador lo recupera y se lleva a ambos a una buñolería cercana.


Aquí, el ciego le cuenta su lacrimosa historia. Él nació con vista. A los pocos meses, fallece su padre. Su madre, del disgusto, provoca que el niño se quede ciego [sic]. Unos meses más tarde, es ella quien muere. El huérfano es recogido por un tío carpintero, quien, pese a sus pocos medios, intenta que el niño recupere la vista. Pero todo es en vano. Cuando Tomás tiene 17 años llega a casa del carpintero una moza de 14, también huérfana y vagamente emparentada con ellos. Pronto ambos se cogen cariño. Llegado el momento de casar a la muchacha, ésta elige a Tomás; el carpintero le advierte de que no lo haga «por lástima».


Pronto tienen un hijo. Son felices. Un día, sin embargo, el ciego y su mujer coinciden en el portal de su casa. Él pone la mano sobre el hombro de su mujer y nota que lleva un pañuelo de seda. Ella se justifica diciendo que lo tenía de soltera.


Gracias a la ayuda de un hijo del carpintero, enriquecido en América, Tomás es operado de nuevo. A los seis días sale a la calle. Es primavera. Está en el Campo del Moro. Se saca la venda, aunque todavía falta un mes para que se la quiten. Contempla embelesado todo lo que le rodea. Cuando se la está recolocando, oye la voz de su mujer. Vuelve a quitársela y, además de su gran belleza, comprueba como un hombre le pasa la mano por la cintura. Se lanza contra un muro cercano y cae al suelo, con los ojos ensangrentados.


Llega a casa. El médico certifica que la cura se ha desgraciado. Queda ciego para siempre. Su mujer marcha con aquel hombre, que al poco la abandonará. Los parientes de Tomás van falleciendo y él queda con un primo, que le cede un rincón para dormir.


El narrador paga la cuenta. Vuelve a casa pensativo. Dos días después narra la historia a Luisa. Ella, caritativamente, decide mandarle cada día al ciego algún alimento.


El relato termina con las palabras que el ciego va repitiendo: «¡Una limosna, nobles caballeros, por santa Lucía bendita!».

Temas, motivos y tipos: Caridad. Mendigo. Piedad.
Aspectos formales: El cuento está dividido en cinco apartados sin epígrafes. El relato ocupa los tres centrales; el primero y el último enmarcan la historia por parte del narrador.


Relato en primera persona del narrador que luego cede la voz, también en primera persona, al ciego Tomás. 

Sección:
Observaciones: Obsesión del autor por los aspectos económicos: el hijo del carpintero manda al padre 2.000 duros; la intervención cuesta 4.000 reales y el narrador paga en la buñolería dos reales y medio (¡)

Clasificación genérica: Sentimental.

Joaquim Parellada

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