Pío Gullón

Pío Gullón, político y periodista español (Astorga, 1835-Madrid, 1916) ejerció, siempre de la mano del partido liberal de Sagasta, diversos cargos de importancia: Secretario del Gobierno Civil de Madrid (tras la revolución de 1868), diputado por Astorga, senador vitalicio (desde 1888), Gobernador del Banco de España, presidente del Consejo de Estado, ministro de la Gobernación con Sagasta (1883) y ministro de Estado en varios períodos (1897-98; 1905; 1906), entre ellos el de la guerra con Estados Unidos.

Bajo su mandato como ministro de la Gobernación se aprobó la «Ley de Policía de Imprenta» de 26 de julio de 1883.

Entre los 12 y los 15 años fue enviado a París con su tío Bernardo Iglesias (1815-1882), quien se hallaba emigrado por sus ideas liberales. En cierta medida siguió los pasos de éste, tanto en lo político como en lo literario. En el primer aspecto llegó incluso a superar a su mentor, pues en el Congreso llegó a hablarse de «gullonismo» para referirse a los diputados con él emparentados, que llegaron a formar grupo propio.

En el ámbito periodístico, su tío Bernardo fue director del periódico esparterista El espectador, fundador de La Europa y redactor de La Iberia (diario fundado en 1854 por Calvo Asensio, órgano de los progresistas isabelinos) y de Las Novedades. Pío Gullón colaboró en este último periódico (fundado por Ángel Fernández de los Ríos) durante los años 1857-1858 y aprovechó sus artículos para promocionarse como político. En 1857 fundó la Revista Española, donde aparecieron buena parte de sus trabajos. También fue redactor-jefe de El Día y colaboró en La Nación, El Siglo Industrial y La Unión Mercantil, además de otras publicaciones.

En Madrid frecuentó varias tertulias, entre ellas la del conocido pintor Vicente Palmaroli, en la calle de la Flor Baja, a la que también asistían Segismundo Moret, Ignacio Bauer y Enrique Mélida, entre otros.

Publicó el libro La fusión Ibérica (1861), el folleto De la ignorancia en España (1868), en realidad una colección de artículos, y El vapor y su siglo: cartas familiares dirigidas á una señorita (1897). Su discurso de entrada en la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas (1905) versó sobre la «Crisis contemporánea del régimen parlamentario».

En El Mundo Pintoresco publicó un cuento de contenido moral y título pretencioso («La unión hipostática») donde juega sobre la posible incompatibilidad entre el amor y el matrimonio. Lleva una dedicatoria a Ramón de Campoamor.

Las colaboraciones de Pío Gullón en El Museo Universal quedan reducidas a un período de unos tres años, desde agosto de 1857 a noviembre de 1860.  En ellas se refleja su doble vertiente de escritor y de político. En su faceta literaria, además del relato costumbrista y sentimental «¡Por lástima…! Historia madrileña», publica una especie de ensayo sobre la novela contemporánea, notas inconexas pero no carentes de interés documental, donde señala que la novela debe tener ‘novedad, verosimilitud y filosofía’ (es decir, enseñanza moral). Pasa revista a los modelos en los que se ha formado su generación, desde la novela histórica de Walter Scott, pasando por la novela social de Sue, hasta llegar a la de «costumbres históricas», al estilo de Víctor Hugo. Tras citar elogiosamente a Balzac, alude finalmente a la situación de la novela española, donde destaca a Antonio Hurtado y a Fernández y González.

De los otros artículos, dos de ellos merecen el premio de estar ilustrados. Uno de ellos es un panegírico del músico Vicente Bellini, precedido de reflexiones teóricas sobre el arte en general y sobre la música en particular, todavía muy influenciadas por sentimientos románticos: la inefabilidad, el misterio, citas de Espronceda o alusiones a Lamartine y a Zorrilla. El otro artículo, en este caso con dos ilustraciones es el dedicado a «La fábrica de Trubia», un complejo situado en Asturias, creado en 1844, y dedicado a la fabricación de cañones. Aunque el artículo es elogioso, al señalar el progreso que ha supuesto esta industria para la zona, el autor no puede evitar un comentario sobre el triste fin bélico de estos productos. En fin, bajo el engañoso título de «La China en España», se esconde los recuerdos de un viaje por la comarca leonesa de la Cabrera (donde se encuentran Las Médulas), mezclados con un relato costumbrista protagonizado por un muchacho, Pablo el cabrerés (guía de caza del autor en la zona) y su novia María. El título parece aludir a que para muchos españoles es tan exótica esta comarca, por lo desconocida, como el país asiático.

Cuentos

Gullón, Pío, «La unión hipostática», El Mundo Pintoresco, I, 18 (8 de agosto de 1858), pp. 141-142. 

Gullón, Pío, «¡Por lástima...! Historia madrileña», El Museo Universal, IV, 5, (29 de enero de1860), pp. 34-35.

Otras colaboraciones

Gullón, Pío, «De la novela contemporánea, I», El Museo Universal, I, 16 (30 de agosto de 1857), pp. 123-125

Gullón, Pío, «La fábrica de Trubia», El Museo Universal, I, 17 (15 de septiembre de 1857), pp. 131-132.

Gullón, Pío, «Vicente Bellini. Relato panegírico. Impresiones musicales. Nota de admiración mezclada por el entusiasmo a las notas sublimes de aquel maestro», El Museo Universal, II, 3 (15 de febrero de 1858), pp. 18-19.

Gullón, Pío, «La China en España», El Museo Universal, IV, 47 (18 de noviembre de 1860), pp. 375-376.

Bibliografía consultada

Baquero Goyanes, Mariano, El cuento español en el siglo XIX, CSIC, Madrid, 1949, p. 409.

Bleiberg, Germán y otros: Diccionario de Historia de España. Alianza editorial, Madrid, 1979 (2ª ed.)

López García, José Luis, «De mi vieja ciudad, IX. Pío Gullón», Argutorio, nº 17 (2006), pp. 40-42. [texto completo en Dialnet (http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=2381082); consultado en marzo 2014]

Lucas del Ser, Carmelo de “Bernardo Iglesias, el Gobernador enviado por Sagasta a Barcelona”, Argutorio, nº 30 (2013), pp 83-92. [texto completo en Dialnet (http://dialnet.unirioja.es/servlet/autor?codigo=137761); consultado en marzo 2014]

Ossorio y Bernard, Manuel, Ensayo de un catálogo de periodistas españoles del siglo XIX, ed. facsímil, Hemeroteca Municipal, Madrid, 2004.

http://www.senado.es/web/index.html [consultada en febrero 2014]

Necrológicas de los siguientes periódicos (apud Hemeroteca digital [http://hemerotecadigital.bne.es/index.vm?lang=ca])

La Acción (22 de diciembre de 1916)

El Imparcial (23 de diciembre de 1916)

La Nación (23 de diciembre de 1916)