Título: | «A las Indias» |
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Variantes del título: | |
Autor: | Pereda, José María de |
Revistas: | El Museo Universal, VIII, 48-49 (27), pp. 382-383;388-390. |
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Variantes: | |
Resumen: | Los personajes de esta historia son una familia pobre de la Montaña, de cualquier parte de la provincia, pero «preferiblemente de su parte oriental», compuesta por los padres, el tío Nardo y la tía Nisca, una hija y un zagal de unos 13 años, Andrés, sobre quien se centra la acción. Asistimos a los preparativos para la marcha de este último «A las Indias», es decir a Cuba. Al empezar el relato, el muchacho, vestido con un «carranclán» (es decir una levita), cortada y cosida por su madre y su hermana, que le tira y oprime, acaba de llegar de visitar a don Damián, un indiano enriquecido y de gran prestigio. Este, no sólo le ha dado una carta de recomendación para un amigo suyo en La Habana, sino que ha añadido media onza de oro, lo que suscita los comentarios encomiásticos de la familia. Luego sabremos que el tal indiano ha avanzado el importe del pasaje y que, tanto el cura como el maestro han colaborado con pequeñas cantidades (medio duro y 6 reales respectivamente); asimismo la familia ha tenido que vender la única vaca que tenía. Las opiniones de los padres son contrapuestas: mientras el tío Nardo cree que el muchacho saldrá adelante, como el propio don Damián, la tía Nisca es poco optimista. Sufre por su hijo y recuerda cuántos no han vuelto o lo han hecho tan pobres como volvieron. Don Damián llevaba buenas recomendaciones y una esmerada educación; además, trabajó duro durante 20 años. Llegamos al día de la partida. Andrés ha ido con sus padres a Santander; allí han pasado tres días arreglando papeles. El muchacho ha aprovechado para colmar todos sus deseos y se ha gastado los cinco napoleones que llevaba. Llegan al muelle. Hay más de cien muchachos pendientes de embarcar. Ninguno ríe. La madre ve la fragata y se la imagina como un ser monstruoso. Cuando ve el lugar donde viajará Andrés, el sollado, un espacio bajo y mezquino, sin ventilación, va a hablar con el capitán y le ofrece todo lo que lleva, medio duro, para que consiga algo mejor si el muchacho enferma. La historia de siempre. Los padres vuelven al muelle conteniendo las lágrimas. Una vez allí ven partir la fragata. Poco falta para que la madre se desmaye. De vuelta al pueblo, la madre clama contra la tierra que pisan, tan estéril. El narrador ha ido intercalando digresiones típicamente costumbristas; primero, sobre la honradez, laboriosidad y constancia de estas gentes, tan grandes como su ambición, según él; luego sobre las causas de la emigración. El final es, en cierta manera, conclusión tanto del relato como de estas reflexiones. De pronto, se oye la voz de una mujer que canta los cuatro versos que encabezaban el relato y que ahora, cerrando el círculo, se repiten: «A las Indias van los hombres, / a las Indias por ganar: / las Indias aquí las tienen / si quisieran trabajar». |
Temas, motivos y tipos: | Indiano. Emigrante. Pobreza. Joven soñador |
Aspectos formales: | Narración divida en 4 apartados, con claros elementos costumbristas: los personajes tratados como tipos, las intervenciones del narrador (que él califica de breves digresiones, pero no lo son tanto), palabras en cursiva que reproducen vulgarismos o dialectalismos de los personajes (aunque no todos los vulgarismos están en cursiva). |
Sección: | |
Observaciones: | Hay una nota al título que dice lo siguiente: “Pertenece este interesante y trascendental artículo al libro de que ya se ocupó El Museo, titulado: Escenas montañesas”. En efecto, en el número 38 (18 de septiembre de 1864, pp. 302-3) había aparecido una reseña, firmada por E. Bustillo, de esta recopilación de cuentos, que fue el primer libro de Pereda. |
Clasificación genérica: | Realista. |
Joaquim Parellada |