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Buscador · Informe de cuentos · «A pie y en coche »

Título: «A pie y en coche»
Variantes del título:
Autor: Sepúlveda y Planter, Ricardo - ()
Revistas: El Museo Universal, XII, 39 (26 de septiembre de 1868), pp. 309-310.
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Resumen: El protagonista de esta historia nos cuenta la memoria del amor de su vida: una memoria unida al recuerdo de la bella Magdalena y a cuatro momentos inolvidables de su trayectoria vital. El primero se remonta al día en que la descubre formando parte de una grupo de saboyanos que sobreviven de la limosna pública.  Allí, entre un grupo de niños que entretienen con sus instrumentos y cantos a los viandantes, el joven descubre a una encantadora niña de catorce años. Cuando la oye cantar queda prendidamente enamorado de ella. Ya nunca más podrá olvidarla. El cruce de una furtiva mirada es lo único que queda entre los dos. Los intentos por reencontrarla resultarán inútiles. La huérfana Magdalena desaparece  sin dejar rastro.


El segundo momento inolvidable en la memoria de nuestro protagonista tiene lugar en el paseo del Prado madrileño, cinco años después de aquel primer encuentro. La descubre en un coche de lujo, sentada al lado de un hombre. Las indagaciones posteriores confirman lo que a primera vista no pasaba de un vago e indeseado temor: Magdalena se había casado con un rico banquero. Pero el destino guarda para aquel hombre enamorado un cambio brusco e inesperado en su existencia, al suicidarse al poco tiempo el esposo de Magdalena y dejar así el paso libre a unos sentimientos por tantos años sumidos en la soledad y el silencio. Y así sucede: Magdalena y su enamorado inician una relación que solo promete felicidad.


El tercero de los momentos de dicha memoria arranca al poco tiempo, cuando al volver nuestro protagonista de Granada descubre que la casa de Magdalena está desalquilada por un mandamiento judicial y que ella ha desaparecido. Desesperado, inicia una búsqueda que resulta infructuosa. Dos meses después, cuando el desconsuelo y el desánimo se han apoderado de su ánimo, la encuentra tendida en medio de la calle, desfallecida y tísica. Sin dilación, nuestro hombre la conduce a su casa, la pone en manos de un médico y da todo el dinero que lleva encima a una mujer para que la cuide y no se aparte de su lado.


Y llega, por fin, el cuarto de los momentos de la memoria de dicho amor, sin duda el más amargo. Un día, llegado como de costumbre nuestro protagonista a la casa de la joven, encuentra un coche fúnebre parado delante de su puerta. Los más negros augurios pasan por su mente. La respuesta a sus preguntas no se hace esperar en boca de una vecina: «¡Magdalena ha muerto desesperada llamándole a usted…!»


Nuestro hombre ya nunca más será el mismo. Desde entonces no ha vuelto a amar. Su corazón quedó asido en la memoria vívida de la bella Magdalena y a las cuatro épocas de su vida: la primera, en la primavera de su vida, a pie; la segunda, ya casada, en coche; la tercera, enferma y pobre, otra vez a pie; y la última, y ya definitiva, otra vez en coche: «pero en el coche de los muertos».

Temas, motivos y tipos: Amor trágico. Pobreza. Enfermedad fatal.
Aspectos formales: El cuento se divide en cuatro capítulos marcados en números romanos. El tiempo de la historia abarca cinco años que enmarcan, de la adolescencia a la juventud, la corta vida de la protagonista, mientras el tiempo de la narración intercala una serie de elipsis que dan fe de toda una serie de escamoteos temporales. Madrid es el espacio central de una serie de escenas mayoritariamente focalizadas en lugares exteriores: la calle, el paseo del Prado, el exterior de la casa de Magdalena. La acción es lineal y progresiva, aunque, como hemos dicho, marcada con las consiguientes elipsis de tiempo antes mencionadas. En cuanto a voz se circunscribe a la de un narrador protagonista en primera persona que se dirige a un narratario, en este caso el lector explícito, que oficia como destinatario de unas supuestas memorias o de un diario personal («no me atrevía a publicar estos apuntes…»; «aquí hay unas cuantas páginas donde hablo de mi felicidad. Quiero hacer caso omiso de ellas…»).

Sección:
Observaciones:
Clasificación genérica: Sentimental.

Jaume Pont

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