Título: | «Piedra movediza no cría moho» |
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Título Original: | |
Variantes del título: | |
Autor: | Anónimo - traducciones |
Traductor: | Anónimo |
Firmado: | |
Revistas: | Semanario Pintoresco Español, -, 45 (5 de noviembre de 1854), pp. 357-359. |
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Resumen: | M. Destival pone al corriente a sus sobrinos Eduardo Granville y Carlos Bremond, dos modestos empleados de banca, que en caso de que en el trascurso de los cinco años siguientes pretendan a su quinceañera hija Celina deberán presentar como dote el doble de su fortuna. Los dos sobrinos aceptan por un igual la propuesta, pero sus reacciones ante tamaño desafío son distintas: Carlos decide seguir con su modesto empleo en el Banco, ya que no quiere entrar en competencia con su primo; Eduardo, por el contrario, abandona su trabajo, empeñándose en la ambiciosa y difícil tarea de escribir una voluminosa novela con la esperanza de hacer fortuna en el campo de las letras. Pero los editores se niegan una y otra vez a encauzar la obra tan ambiciosa de un escritor novel. Igual suerte corre un drama escrito en cinco actos con el que pretende conquistar París. Fracasado en su intento literario, Eduardo prueba fortuna en la industria. Pero tampoco aquí logra el éxito deseado. Decide entonces embarcar hacia la colonia de Cayena, con tan aciaga suerte que su barco naufraga. Cuando acude a la cita convenida con su tío cinco años después, lo único que puede confirmar es lo azaroso de su fortuna y su rotundo fracaso. Todo lo contrario de su primo Carlos, quien, ascendido en su empresa con el fruto de su constancia y trabajo, ha ido ganando día a día la confianza de su tío y de su prima. Con la realidad de los hechos en sus manos, M. Destival sentencia ante sus dos sobrinos y su hija la razón última de su lección: «La cualidad más indispensable para prosperar es la perseverancia». O como dice el antiguo proverbio: «Piedra movediza no cría moho». |
Temas, motivos y tipos: | El dinero. Ambición. Honradez. |
Aspectos formales: | La voz del cuento se centra en un narrador omnisciente. En algunos momentos este narrador delega sus atributos explicativos e informativos en sus personajes. La acción es lineal y progresiva, con las elipsis temporales derivadas de una historia transcurrida en cinco años. Así pues, el tiempo de la ficción se apoya en la economía narrativa con que el autor maneja el cambio espacio-temporal del personaje de Eduardo. La estructura secuencial se ordena en un triple movimiento, que se corresponde con la introducción y problematización del cuento, su nudo y el desenlace. La moraleja final enfatiza la humildad y la actitud virtuosa o discreta por encima de la ambición y el dinero. Todo ello sustentado en la enseñanza moral del título del cuento, que literaliza la de un antiguo proverbio. Así pues, el discurso narrativo del cuento se encuentra presidido, de principio a fin, por la enseñanza moral de dicho proverbio, y en este sentido se incluye en un tipo de relato breve o cuento decimonónico basado en el motivo paremiológico, esto es: en la glosa con fines morales de un chascarrillo, frase hecha, dicho, refrán o proverbio. |
Sección: | |
Observaciones: | Grabado de T.-Ch. Gilbert. Debe tratarse de una traducción. |
Clasificación genérica: | Moral. Sentimental. |
María Jesús Amores |